Anuar Mohamed Tuhami, capitán del Real Valladolid
«Desgastado, quemado... La etapa se acabó, pero me voy con la cabeza alta»
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Anuar Mohamed Tuhami, capitán del Real Valladolid
«Desgastado, quemado... La etapa se acabó, pero me voy con la cabeza alta»Anuar ha tratado de ser «un capitán para todos». Para el vestuario y para el club. «Espero que también para la afición», agrega con sinceridad ... en relación a esa sensación de orfandad y de referentes dentro de la grada, que ahora pierde al canterano ceutí, al que se vincula con el club de sus orígenes, recién ascendido a Segunda División, pero sobre el que no suelta prenda el todavía futbolista blanquivioleta. Después de «la peor temporada como profesional» de Anuar. «Aciaga». Hasta el punto que al futbolista –sin verbalizarlo– se le intuye un «desgaste» que ha sido clave en su decisión de abandonar el club, su «casa», tras 17 temporadas como blanquivioleta y cuando con 30 años el balón va a seguir corriendo en su carrera profesional.
–No ha querido decir su destino, quizá no lo tiene, pero algo le habrá dicho al representante una vez que ha tomado la decisión de no seguir en Zorrilla.
–Por respeto al club, porque queda un partido, soy futbolista del Real Valladolid y voy a defender, como he defendido, este escudo hasta el último día.
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–Pero algo sabrá: internacional, nacional, Primera, Segunda...
–Hombre, ya tengo una edad... Pero me gustaría que fuera en España por mis hijas, porque como en España no se vive en ningún sitio.
–Cómo ha llegado hasta la decisión de dejar el Real Valladolid, su club profesional, su club de formación y la ciudad de su mujer y sus hijas.
–Llegué a la decisión por la propia situación. Ha sido una temporada de desgaste, de llegar muchos días quemado a casa, diciendo por qué a mí, por qué a nosotros... Y, a mí, como canterano me ha dolido mucho. También es verdad que era una posibilidad que estaba ahí. Me quedaba este año de contrato y también había que tomar una decisión.
–¿Si la temporada hubiese sido de otra manera?
–No lo sé, pero sí he sentido que había terminado una etapa. Son muchos años... Buenos momentos, malos momentos, pero esta temporada ha sido durísima a todos los niveles.
–¿Y cómo capitán como se afronta ahí dentro, en el vestuario?
–Pues intentado transmitir tranquilidad, pero es difícil. Hay muchas cabezas y es una situación muy complicada.
–¿A qué se refiere? ¿A situaciones como la vivida con Luis Pérez y Latasa o el conato de pelea en Villarreal?
–Hay que tener en cuenta el momento. Yo mismo soy una persona a la que le gusta estar de broma, reírme... y esta temporada ha sido muy difícil. Yo me he sentido muy triste. Cada uno es de una manera. Cuando la situación es tan mala estás frustrado y reaccionas peor a cuando todo va bien. Tu mente te puede jugar una mala pasada. Juanmi y Luis pidieron perdón, pero todo viene derivado de los malos resultados. La gente no ha terminado de ser ella misma
–¿Y cómo ha mediado?
–Yo no he tenido ningún problema con nadie. Respeto, y soy respetado en el vestuario. He intentado aplicar lo que he ido aprendiendo, por ejemplo, de Masip, con el que sigo hablando, y al que mando un fuerte abrazo tras anunciar que se retira. Yo me sentaba con Jordi, y esa tranquilidad es clave en los malos momentos.
–¿Le ha servido también fuera del estadio? ¿Cómo ha sido la temporada de Anuar cuando paseaba por el centro, por Vallsur como se le ha visto, por el barrio...?
–Normal, y con la cabeza alta. Por suerte , lo único que he recibido ha sido cariño, igual que desde que anuncié que no iba a seguir en el Real Valladolid. Por supuesto que han venido aficionados y me han preguntado qué pasa, a mostrar su enfado... El mismo que puedo tener yo.
–Para que no todo sea una entrevista que parece póstuma... Cuénteme tres momentos, tres recuerdos agradables con los que se quedaría desde su debut con el primer equipo.
–Me quedaría con los tres ascensos, porque todos han sido muy especiales. El primero porque era un chico del Promesas que lograba ascender en su primer año en el primer equipo. Era un chico muy joven que consigue ayudar al equipo. Fue por vía 'play off', encima participando muchísimo. Recuerdo que en las eliminatorias jugué de los cuatro partidos tres de titular... Imagínate toda la vida en la cantera, en el Promesas y, de repente, te ves ahí y subes a Primera. Fue increíble. El segundo ya me tocó venir de vuelta de la experiencia en Grecia. Cuando subimos, tuve una racha que no jugaba y me tocó irme para buscarme minutos, y el equipo descendió y me tocó volver con una preparación mínima... Me acuerdo porque con lo de Grecia me tocó salir de mi zona de confort, de mi casa, y volví para ayudar al equipo con Pacheta, y volver a subir. Otra vez te llena de orgullo conseguirlo.... Y la temporada pasada también muy feliz, porque al final...
–¿Esperaban el ascenso el pasado año?
–Sí, sí...
–¿Incluso cuando se quedan fuera del 'play off' a finales de marzo tras perder de aquella forma en Ferrol?
–Yo siempre confíe, la verdad. Al final, la Segunda División es que es muy larga, y está claro que ganas los primeros partidos y no estás en Primera... Le ha pasado a equipos tipo el Zaragoza. Lleva unos años empezando muy bien y al final se la juega. La Segunda es una maratón, y está claro que lo que hay que hacer es ir apretando, apretando... Si llegas con opciones a los últimos partidos, puedes conseguir el objetivo. Nosotros justo después de ese partido en Ferrol, mejoramos muchísimo el tema defensivo, y a partir de ahí tiramos para arriba. Yo estaba confiado.
–Esos serían los buenos, y tres no tan buenos que le hayan marcado.
–Sin duda, l a lesión de rodilla, que viene en mi mejor momento hace dos temporadas –tuvo que pasar por el quirófano para operarse de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha–. Después también me dolió tenerme que irme de aquí cuando estás en Primera División, y ves que te estancas un poquillo o no estás teniendo minutos, y me tocó salir cedido para tener continuidad; y, por último, esta temporada...
–Esta temporada y las decenas de veces que le ha tocado salir a dar la cara por el equipo cuando nadie quería, ¿no? No le ha dicho al jefe de prensa, hoy yo no salgo, que lo haga otro...
–(Risas) No. No he tenido ningún problema en dar la cara. No he sentido eso. Al final este es mi escudo, esta es mi camiseta, y si tengo que salir a dar la cara, no lo hago encantado, pero lo hago con toda la responsabilidad y sin problema, aunque, es verdad que cuando lo haces semanalmente, se hace difícil.
–¿Se hará difícil venir a Zorrilla con otra camiseta?
–Podría pasar. Esto es fútbol... Ojalá lo haga estando en Primera División.
–¿Con qué entrenador se quedaría de toda la trayectoria como blanquivioleta?
–Tengo que agradecerles a todos los entrenadores que he tenido, todos han confiado en mí y cada uno me ha aportado sus ideas, pero es verdad que con Pachetafue especial. Confió muchísimo en mí y llegó a decir aquello de 'puede que no sea el mejor jugador de la plantilla, pero es el más importante del equipo', así que imagínate para mí lo que significó. Pacheta muy bien sí.
–La última... La situación del club. Como canterano y como jugador que ha visto la evolución. ¿Cómo ve la figura de Ronaldo, la posible venta, el clima de conflictividad contra él...? ¿Cómo les ha afectado?
–Al final, a nivel deportivo la temporada ha sido nefasta, pero el club no solo puede valorarse en base a este año. Desde que estoy aquí, el club ha mejorado: las instalaciones, los anexos, el estadio, la calidad de atención a los detalles de los jugadores. Mejor calidad de trato... Eso también es un trabajo que hay detrás y hay que valorarlo. El 'presi' siempre que hemos tenido la suerte de tratar con él nos ha demostrado su cariño y apoyo.
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