La continuidad de Gonzalo Plata en el Real Valladolid se complica día a día

Desde las islas británicas se ha filtrado que Leeds, Fulham y Watford han mostrado interés por el extremo. Elche y Betis, también. Y es el verdiblanco el que ha puesto más énfasis por un jugador que se adapta muy bien a la manera de jugar que pretende Pellegrini para los de Heliópolis.

El caso es que el asunto tiene innumerables aristas.

La primera, los deseos del jugador. Pese a que uno de sus agentes dijo nada más producirse el ascenso que Plata se quedaba a orillas del Pisuerga, lo cierto es que el jugador no ha dicho ni oste ni moste. Ni siquiera una declaración conciliadora o diplomáticamente correcta. Nada. Ni una palabra. Y eso no suele ser una señal alentadora. Plata tiene siempre la última palabra, claro, y tiene que dar el visto bueno a cualquier operación de traspaso, pero a día de hoy no hay nada que garantice que va a intentar imponer la afirmación lanzada tan alegremente por su representante.

La segunda, el Mundial. Ecuador está clasificado, pero hay pendiente una reclamación por alineación indebida contra la 'tricolor', que la Fifa aún no ha sustanciado. Algunas fuentes citadas por la Azteca TV aseguran que serán expulsados y sustituidos por Chile. Si Plata juega en campeonato de Qatar su cotización puede verse revalorizada sensiblemente, y por eso de momento el Sporting de Portugal, su club, no mueve ficha, se deja querer, escucha todo tipo de peticiones y deja pasar el tiempo.

Tercera arista. El Sporting de Portugal en sí mismo. Los lisboetas no parecen querer contar con Plata. Los problemas que el jugador tuvo antaño con el club han dejado los dirigentes de la entidad portuguesa suficientemente desencantados como para renunciar a la apuesta que hicieron por él en su día. Y quieren hacer caja. Y tienen que hacerla este año, porque el futbolista acaba contrato en 2023, así que es ahora o se irá libre en doce meses pudiendo negociar ya en enero.

Cuarto. El Real Valladolid. Pacheta ha definido varias veces al futbolista como «buenísimo», lo que ya dice mucho. Pero el problema se llama 10. Diez millones que son los que figuran en el acuerdo de cesión. Y solo hasta el 30 de junio. A partir de ese día Plata le costaría al Valladolid lo que establece su cláusula de rescisión. Y esa cifra supera los 60 millones. La Dirección Deportiva le ha puesto imaginación al asunto y ha ofrecido pagar un 30% menos de traspaso, pero compensar a los lisboetas con ese mismo porcentaje de un futuro traspaso. Entiende el Pucela que en la Primera División española el jugador se va a revalorizar seguro, y más si la madre del jugador y algunos de sus hermanos empiezan a pasar largas temporadas con él en Valladolid. La idea no desagrada en la sede del Sporting, pero solo eso.

El culebrón Plata va para largo. Para bastante largo. Salvo que el Leeds, cuyo director deportivo es Víctor Orta, ponga el dinero sobre la mesa y cierre el círculo, la puja por Plata está muy abierta y sin que el Valladolid tenga las mejores cartas.