Decir la verdad o la comunicación en el Real Valladolid
«Asumir los errores es difícil, pero una vez que lo haces ocurren dos cosas; primero, que puedes dormir y segundo, que puedes dedicar el tiempo a buscar soluciones»
Carlos Pérez
Sábado, 14 de septiembre 2024, 10:01
Decir la verdad es el mejor camino para poder dormir. Cuando vives instalado en la mentira tienes el problema de que tienes que recordar continuamente ... que has mentido y en muchas ocasiones a quién has mentido. Y siempre, tienes que mentir para seguir manteniendo la mentira. Demasiadas veces la palabra mentira en un párrafo. Quizá sea una cacofonía, pero más feo es no decir la verdad.
Llevo diciendo desde hace tiempo que el principal problema del Real Valladolid esta pretemporada es la mala comunicación. Asumir los errores es difícil, pero una vez que lo haces ocurren dos cosas; primero, que puedes dormir y segundo, que puedes dedicar el tiempo a buscar soluciones.
No voy a decir yo que fichar a determinados jugadores con opción obligatoria es un error. No me lo parece y porque es fácil olvidar las circunstancias que había cuando se fichó a cada uno de los jugadores. Quizá haya sido un error la nefasta planificación de la portería que hace que nos gastemos pasta en un jugador que teníamos o no tener claras las condiciones de la cesión de algún jugador. Pero las situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, así que cero críticas a los fichajes y sus condiciones, pero critico determinadas gestiones.
Digo que hay un problema de comunicación porque me da la impresión de que desde un principio se ha engañado a la afición con expectativas poco reales. El otro día buscando un dato para mi columna de la pasada semana, me encuentro con una entrevista a Catoira del 12 de julio. Ese día el discurso ya debería haber sido el de «este mercado nos hemos gastado mucho dinero en opciones obligatorias y vamos a tener pocos fichajes dando oportunidades a nuestra cantera». El discurso no era ese. O no exactamente ese.
«Me alegro de que no haya llegado el famoso lateral belga. Prefiero 'equivocarme' con lo mío»
Somos el Real Valladolid, el equipo que ha vivido siempre de la cantera. El equipo que siempre ha tenido que vender para vivir. El equipo que después de su mejor clasificación histórica (fuimos cuartos empatados a puntos con el tercero) se vio abocado a desmantelar ese equipo iniciando su travesía por la segunda más larga de la historia (con un descenso a 3ª incluido). No pasa nada porque eso siga siendo así. Yo me alegro de que no haya llegado el famoso lateral belga. Prefiero 'equivocarme' con lo mío. Me alegro de que Koke y Chasco sean mis laterales suplentes. De lo que no me alegro es de que quien está al mando no lo vea así. Creo que al director deportivo se le paga para sacar el mejor rendimiento a los recursos que tiene y no para tener anestesiada a la afición con fichajes que luego no llegan y que encima es lo que enturbia el ambiente.
Ser director técnico de un equipo de élite es de los trabajos más complicados que existen y por ello soy indulgente con las decisiones deportivas. Pero quiero ser crítico con la falta de rumbo. No hay viento favorable para quien no sabe dónde va.
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