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Cantera vs cartera en el Real Valladolid

«Si tengo que elegir entre quedar en media tabla con jugadores anodinos o clasificar por debajo con jugadores de la casa, lo tengo claro. Muero con los míos»

Alberto Cuesta

Lunes, 6 de octubre 2025, 18:15

El 9 de septiembre de 1984, se disputó en Zorrilla un partido que pasaría a la historia del club. Debido a una huelga de futbolistas, ... los clubes de Primera y Segunda se vieron obligados a alinear jugadores del filial o juveniles. En el caso del Real Valladolid, que venció 1-0 al Racing de Santander, llegaron a participar 10 canteranos a la vez. Sin contar ese enfrentamiento por lo extraordinario de la efeméride, desconozco cuál es el récord de canteranos en un partido, pero el encuentro contra el Mirandés debe estar cerca.

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El término 'canterano' se suele utilizar erróneamente. Se da por hecho que basta con que un jugador haya tenido ficha con el filial o haya jugado un par de ratos con el equipo B, pero, según la UEFA, para que un futbolista se considere canterano debe haber completado al menos 3 temporadas enteras o haber formado parte de un equipo durante 36 meses, entre los 15 y los 21 años. Según este criterio, Alani y Jorge Delgado no cumplen los requisitos, pero si hacemos una excepción, el Real Valladolid finalizó el partido contra el Mirandés jugando con siete canteranos: Iván Alejo, David Torres, Iván Garriel, Alani, Chuki, Jorge Delgado y Arnu.

La plantilla actual es corta, limitada y escasa para un ascenso directo (si es que alguien se lo sigue planteando como una opción real), pero suficiente para sobrevivir a una temporada de transición, como parece ser según el nivel que está mostrando el equipo. Si la temporada camina hacia un año de reconstrucción y asentamiento del proyecto, con ascenso utópico, pero salvación sencilla, me da igual quedar noveno, undécimo o decimocuarto mientras sirva para descubrir si algún canterano puede valer de cara al futuro. Si tengo que elegir entre quedar en media tabla sin aspiraciones, con jugadores anodinos cuya estancia en el club es un trámite para pagar facturas, o clasificar por debajo con jugadores de la casa que puedan demostrar si tienen hueco no sólo para rellenar plantilla, la decisión es evidente. Prefiero ahorrar y dar oportunidades que volver a despilfarrar disparando al aire a ver si, con suerte, acertamos.

Después de soportar a mercenarios sin ningún vínculo con el club o la ciudad que venían como estrellas y acabaron siendo una lacra que condujo al Pucela a la peor y más humillante temporada de su historia, tengo claro que si tengo que morir, muero con los míos.

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