«La precariedad y la temporalidad en los trabajos matan; así lo reflejan las estadísticas»
Mª Fe Muñiz, secretaria de Salud Laboral de UGT Castilla y León, reconoce que «a veces la sociedad está como anestesiada y ve con naturalidad la muerte en accidente laboral»
Jueves, 28 de abril 2022, 00:32
A las 12:00 horas de hoy, frente a la Consejería de Empleo, UGT y CCOO se concentran con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. «Leeremos un manifiesto-denuncia y daremos visibilidad a los 52 fallecidos en accidentes mortales acaecidos en Castilla y León en 2021 mostrando sus 52 esquelas. También habrá un minuto de silencio y una pequeña intervención de los respectivos secretarios sindicales», explica Mª Fe Muñiz, secretaria de Salud Laboral de UGT Castilla y León.
–En 2021 hubo 52 accidentes laborales mortales en Castilla y León y este 2022 no ha comenzado nada bien.
–Pues no porque en enero hubo una concentración altísima de accidentes, con cuatro mortales en cuestión de una semana. Esto llevó a UGT a salir a la calle, a hacer una concentración delante de nuestra sede para alzar la voz y denunciar qué es lo que está pasando con la prevención. Quisimos hacer un llamamiento a la propia sociedad porque a veces estamos como anestesiados, encajamos con naturalidad y como si fuese algo habitual el hecho de salir a trabajar y no volver a casa. A día de hoy, creo que estamos en torno a los doce accidentes mortales en Castilla y León en lo que va de año –no son cifras oficiales–.
–El accidente laboral ¿es multicausal?
–Sí, los accidentes laborales no tienen su origen en una sola causa. El perfil es el de un trabajador, normalmente hombre, entre 45 y 55 años, con un cierto nivel de experiencia y con contratos superiores a los 48 meses, relacionado con los sectores de más alta siniestralidad como los servicios, la construcción, la industria y el sector agrario. Y digo 'normalmente' porque hay un detalle importante que se está dando: son las mujeres quienes están teniendo más accidentes 'in itinere'.
–¿Es cierto que la temporalidad y la precariedad matan?
–Sí, es un hecho y las estadísticas así lo reflejan. Está claro que las empresas no quieren invertir ni dedicar tiempo a la prevención para contratos cortos de duración. La falta de cultura preventiva, de integrar realmente la prevención como algo propio de la estructura de la empresa es uno de los factores fundamentales. A su vez, cada vez más, la gestión de la prevención en la empresa se pone en manos de servicios ajenos. Tampoco se da una formación real, las empresas se limitan a justificar administrativamente que ha dado los pasos necesarios, y todo para evitar una posible sanción a nivel de inspección.
–La actividad inspectora también es fundamental.
–Sin duda. Hay que reforzar ese servicio porque son los aliados en esta cuestión. Es necesario poner los medios materiales y humanos para que Inspección tenga a su gente en la calle con subinspectores, con técnicos de seguridad..., es fundamental porque cumplen una labor muy disuasoria y, si fuera el caso, sancionadora. Pero no solo la inspección, la propia Seguridad Social en la lucha contra el fraude es otro actor fundamental en el tema de la prevención.
–Falta cultura preventiva y políticas que la apoyen.
–Sí, necesitamos que se implante esa cultura preventiva entre la empresa en particular y en la sociedad en general, y falta que los políticos sean conscientes de que la seguridad y la salud en el trabajo es una prioridad para todos y que la incluyan en la agenda política, que a nivel Estado se abra una mesa de diálogo social realmente específica para el tema de la salud laboral, y a nivel de Castilla y León que se pongan en marcha las medidas del Acuerdo en Prevención de Riesgos, que se ha firmado dentro del diálogo social. Es necesario que la Administración tome el pulso y no se encuentre en situación de parálisis. A ver si los nuevos tiempos políticos que se abren en Castilla y León son el principio de un cambio de rumbo en esta materia.
–Los centros de trabajo con representación sindical ¿son más seguros?
–Sí, las estadísticas así lo avalan. Tiene su lógica porque los delegados de prevención de UGT en aquellas empresas con representación llevan haciendo una labor impagable desde hace muchos años. Hacemos prevención y estamos en los comités de Seguridad y Salud, exigiendo, participando, controlando y denunciando los posibles incumplimientos que hay; somos vigilantes de toda la actividad preventiva que desarrolla la empresa. Una de las cosas que estamos detectando es que no hay, realmente, una vigilancia de la salud específica para la actividad y para el puesto de trabajo que se desarrolla un trabajador. Creemos que sirve un reconocimiento médico estándar, y eso no es así.
–También están insistiendo con el reconocimiento de enfermedades profesionales.
–Sí, hay una infradeclaración clarísima de enfermedades profesionales. En 2021, en Castilla y León hubo 406 partes comunicados de baja por enfermedad profesional; esto no hay quien se lo crea. Lógicamente, lo que no existe no se puede prevenir, no se puede controlar. Ahí sí que demandamos que tiene que haber mucha más coordinación entre los servicios de Atención Primaria, para que detecten esa posible sospecha de enfermedad profesional, y los profesionales de la prevención. A nivel de Estado, hay que revisar el listado de enfermedades profesionales, por ejemplo para incluir la COVID-19 como enfermedad profesional, y no solo enfocada al sector sociosanitario, sino para todos los afectados.
–Otra batalla está relacionada con los riesgos psicosociales.
–Eso es, teniendo en cuenta que la primera causa de accidentes laborales son de origen no traumático, íntimamente relacionados con los riesgos psicosociales. Las nuevas formas de organización del trabajo –teletrabajo– o la economía que gira en torno a las plataformas digitales, la robotización, la digitalización..., todo ello genera fatiga mental, estrés, ansiedad..., riesgos psicosociales que hoy no se están atendiendo ni reconociendo. A mayores están problemas de salud mental, problemas de adicciones... Los hemos denominado 'La otra pandemia silenciosa'. Sin olvidar el acoso, el mobbing, el síndrome del quemado..., que siguen ahí, tal vez más agravados por la pandemia.
–Otro de los retos de UGT tiene que ver con el cáncer de origen laboral y el amianto.
–Sí, porque en Castilla y León solo se ha comunicado una enfermedad profesional causada por agentes cancerígenos. Hay mucho trabajo que hacer. El periodo de latencia del cáncer de origen laboral o del amianto es entre 10 y 15 años. El cáncer de origen laboral lo está asumiendo el sistema público de Salud y no le corresponde, con lo cual los recursos se ven afectados. En cuanto al amianto, a pesar de que lleva años prohibido, sigue causando muchas enfermedades. Queremos que se haga un censo de instalaciones en Castilla y León que estén con tengan alguna relación con este material. Es necesario que se pongan en marcha líneas de financiación para el desamiantado y para reconocer a las víctimas del amianto.