La vuelta al mundo desde la localidad palentina de Cervatos de la Cueza

Quizá para usted ávido lector, la localidad palentina de Cervatos de la Cueza no le diga nada o le suene por ser el lugar de nacimiento del atleta palentino Isaac Viciosa, pero la historia tiene mucho que contar acerca de este municipio palentino que también ha visto nacer a personalidades que han marcado el devenir de la historia de España, pero también de Latinoamérica.

Cervatos fue el lugar de nacimiento de Juan de San Martín, militar español y gobernante colonial que hizo carrera en la región del Río de la Plata. Fue nombrado teniente de gobernador de Yapeyú (en la actual Argentina) el 13 de diciembre de 1774. Aunque Juan de San Martín ha pasado a la historia por ser el padre del general José de San Martín, prócer nacional de Argentina y libertador del Perú y Chile. «Muchos de los peregrinos procedentes de Argentina deciden saltarse durante unas horas el itinerario del Camino de Santiago y hacer parada en Cervatos de la Cueza para conocer mejor la casa natal del capitán, que fue en su día vivienda de la familia de San Martín y actualmente está acondicionado como Museo», explica el subdelegado de Defensa en Palencia, Carlos Hidalgo Rilova que considera que es muy importante dar a conocer la historia de la localidad y de sus personajes más ilustres a los españoles y a los palentinos.

La Torre de San Miguel de Cervatos de la Cueza acoge hasta el próximo 13 de diciembre una exposición itinerante conmemorativa sobre el viaje a la especiería de Magallanes y Elcano con motivo de la celebración del V centenario de la primera vuelta al mundo. El portugués Fernando de Magallanes da nombre al Estrecho que se encuentra en tierras argentinas y precisamente por la unión que existe entre Cervatos y la nación argentina se ha decidido llevar esta exposición hasta la localidad.

Una gesta que se desarrolló durante tres años con comienzo y final en Sevilla entre el 10 de agosto de 1.519 y el 8 de septiembre de 1522, aunque desde un principio «lo que se buscaba no era dar la vuelta al mundo, sino un camino más rápido para traer las especias a España ya que tras el Tratado de Tordesillas, Portugal había monopolizado la ruta principal y España necesitaba de alternativas», indica Hidalgo.

Magallanes al ser portugués planteó al rey luso la idea pero no le interesó con lo que decidió ofrecer sus servicios al rey de España, por aquel entonces Carlos I. El 22 de marzo de 1518, el rey nombra almirantes a Magallanes y Faleiro para que partieran a la búsqueda de las 'islas de la especiería', y en julio los eleva al grado de comendadores de la Orden de Santiago y les otorga un conjunto de privilegios: el monopolio de la ruta descubierta por el término de diez años, el nombramiento como gobernadores de las tierras e islas que encontrasen, con el cinco por ciento de las ganancias netas que resultasen, una vigésima parte de las ganancias del viaje, el derecho a retener mil ducados sobre los próximos viajes, pagando solo cinco por ciento sobre el excedente y la concesión de una isla a cada uno, excepto de las seis más ricas de las cuales no recibirían más que una decimoquinta parte. «Desde Sevilla parten cinco barcos, Trinidad –donde va Magallanes–, SanAntonio, Concepción, Santiago y Victoria –única en regresar a Sevilla–», señala Carlos Hidalgo.

La expedición tuvo durante los tres años de navegación una infinidad de percances. La Trinidad terminaría abordada por los portugueses en las Molucas. La tripulación del San Antonio se sublevaría en 1521. «Magallanes tuvo que decir a su tripulación si se habían olvidado de que eran castellanos y como tal se habían embarcado para defender a su patria y a su rey», afirma Carlos Hidalgo. Asimismo, la Concepción fue abandonada y quemada frente a las costas de Filipinas y la Santiago, naufragaría el 3 de mayo de 1520 en el estuario del río Santa Cruz (Argentina).

Magallanes pereció el 27 de abril de 1521 en la batalla de Mactán, luchando contra una tribu cebuana encabezada por el jefe tribal Lapulapu, en Filipinas. Tras su muerte Juan Sebastián Elcano se hizo con el control de la expedición, siendo el primer español en circunnavegar el planeta. «Como consecuencia de este viaje, en la Armada Española existen dos tradiciones: su buque escuela se llama Juan Sebastián Elcano y en segundo lugar, siempre tiene que existir un barco en la Armada que se llame Victoria», expone el subdelegado de Defensa en Palencia.

La historia de estos aventureros que dieron la primera vuelta al mundo ya ha visitado Burgos y próximamente estará en Ampudia, pero de momento serán los vecinos de la histórica localidad de Cervatos de la Cueza, los que rememoren las viejas hazañas de otros tiempos cuando como decía la canción de los Nikis, «el sol no se ponía en nuestro imperio».