Los veteranos reivindican su espacio: «Nuestros clientes son muy fieles»
Bowling Sport y Cronos, dos centros con larga trayectoria, se mantienen firmes ante el empuje de nuevas cadenas y ponen en valor su trato cercano
La expansión de nuevos centros no ha pasado inadvertida para los gimnasios con más historia en Palencia. Algunos han sufrido fugas puntuales de socios. Otros, ... sin embargo, han logrado mantener su estabilidad gracias a la fidelidad de su clientela. Francisco Javier Arnáiz, propietario de Bowling Sport, lleva 25 años al frente de su gimnasio y reconoce que el panorama actual «era una situación insospechada, pero parece que esto es solo el comienzo y vienen muchos más», comenta, aunque valora que «la ciudad está llena de microgimnasios que están dando un servicio estupendo».
El auge de los grandes gimnasios no ha desplazado a los de toda la vida. En Palencia, los centros con más recorrido se mantienen firmes gracias a un valor que ninguna franquicia puede copiar, que es la cercanía. Bowling Sport y Cronos, con décadas de historia, han comprobado que la fidelidad pesa más que la novedad. «Nosotros tenemos la gran suerte de que nuestros clientes son muy fieles», recuerda Francisco Javier Arnáiz, quien reconoce que la clave está en la confianza. «Este gimnasio tiene 25 años y está modernizado. Ha ido avanzando», explica. En su caso, la diversidad de edades y actividades ha permitido amortiguar la pérdida de jóvenes atraídos por las grandes cadenas. «Con este nuevo boom nos ha desaparecido la gente joven que va en grupo, que busca masificación. Luego están las clases especializadas, como pilates o artes marciales, donde la gente sigue fiel y sumando».
Arnáiz afirma que la clave para mantenerse está en el trato personal y la confianza generada durante años. «Nuestros clientes son muy fieles y nos están ayudando a mantenernos en un número estable. Es cierto que con la llegada de estos centros, hay gente que prueba y se te marcha, pero en general tengo la gran suerte de que muchos de los que se han ido están volviendo», asegura. El dueño de Bowling Sport es claro respecto a la presión en precios. «El gran problema es que si te bajas a ese nivel, te va a costar muchos años volver a ponerte a la altura y antes de eso, cierras. Esos grandes gimnasios van a por números de socios, no de resultados», señala.
En el gimnasio Cronos de Palencia, Aurora Miguel Antón comparte el mismo diagnóstico desde otro de los centros más veteranos de la capital. «Lo que se valora aquí es el trato al público. Conocemos a todo el mundo y eso nos diferencia. No somos una franquicia, somos un gimnasio familiar». Su modelo de atención personalizada y su amplia oferta de clases han permitido mantener la estabilidad. «A día de hoy tenemos un gran número de socios dados de alta y seguimos creciendo».
Su experiencia demuestra que no todos los locales se han visto perjudicados. «El gimnasio ahora mismo está muy bien de gente. Pensábamos que nos iba a afectar la masiva apertura de centros, pero al estar en este barrio y los demás gimnasios estar más en el centro, no hemos notado nada. Es más, tenemos mayor afluencia de público», explica.
Miguel considera que el crecimiento del sector tiene un efecto positivo «Creo que es debido a toda la información que hay sobre la salud y el ejercicio físico; cada vez hay más gente que practica deporte», afirma. En su caso, el trato familiar es la seña de identidad. «Aquí lo que se valora mucho es el trato al público. Conocemos a todo el mundo y es lo que nos puede diferenciar, porque somos un gimnasio familiar y no una franquicia. Las máquinas no son las últimas del mercado, pero son funcionales y se van actualizando».
El Cronos ofrece una amplia variedad de clases colectivas (pilates, yoga, tonificación o movilidad articular) y cuenta con un público muy diverso. «Tenemos una franja de edades desde las niñas que vienen a baile hasta la gente mayor que viene al gimnasio», apunta. Respecto al público joven, admite que muchos buscan ahora instalaciones más grandes, pero confía también en la fidelidad generacional.
La copropietaria del Cronos insiste en que la competencia en precios es peligrosa. «Tienen precios muy competitivos y ya nos pasó hace años cuando abrieron La Lanera, que cometimos el error de bajarlos. No puedes bajar los precios porque estás dando un servicio. Este año hemos mantenido precios y estamos contentos porque tenemos un gran número de socios dados de alta».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión