Más de 150 vecinos de Baltanás se manifiestan contra una familia okupa
Una pareja con una niña pequeña, «aunque hay más gente que entra y sale», lleva 20 días en una casa de un banco y han inundado un sótano anejo
«No es gente que esté desesperada y que se meta en una vivienda por pura necesidad. Ha venido a la casa una furgoneta de ... Ikea, tienen una tele de plasma y un BMW aparcado a la puerta. Y van bien vestidos». Lo asegura la alcaldesa de Baltanás, María José de la Fuente, que cifra en más de 150 los vecinos de la localidad cerrateña que recorrieron ayer en manifestación desde la Plaza de España hasta la urbanización de chalés ubicados detrás del bar restaurante La Posada del Cerrato en protesta por la ocupación de una de esas viviendas por parte al menos de una pareja y una niña de corta edad, «aunque entra y sale más gente de la casa, vienen y se van», según comenta la regidora.
Allí, en la calle Salvia, en uno de los chalés que es propiedad de una entidad bancaria y que está a la venta por parte de una inmobiliaria, se metieron por la fuerza hace unos veinte días esa pareja con la niña pequeña, y acto seguido se engancharon a la luz y al agua municipales.
«Se les cortó, pero se han vuelto a enganchar y han inundado un sótano de un chalé vecino», hace hincapié María José de la Fuente, que entiende las movilizaciones vecinales. «Tienen las luces dadas todo el día. Total, como no pagan», agrega la alcaldesa de Baltanás, que no tiene constancia de que en otros municipios del Cerrato como Magaz se hayan metido okupas en casas.
«Más que por la ocupación de la casa, que ahí es el banco el que se tiene que entender con ellos, la gente está molesta porque han inundado el sótano y porque en Baltanás, que es un pueblo muy tranquilo, está habiendo algún que otro robo, aunque es cierto que no se puede señalar a nadie», incidía por su parte ayer una vecina de la localidad cerrateña.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión