Los transportistas reclaman seguridad en las áreas de descanso

La realidad es que el sector del transporte de mercancías no pasa por su mejor momento. Existen numerosos problemas por resolver, a pesar de que el Gobierno aprobara el año pasado la Ley de la Cadena de Transporte, que pretende conseguir que los portes no se hagan a pérdidas, es decir, que se cubran los gastos y costes mínimos.

Baños señala que «esta ley tiene muchos fallos, como los problemas derivados de la normativa de carga y descarga, la necesidad de un mejor tiempo de espera o la necesaria reducción del precio del combustible, aunque es cierto que se ha prorrogado el descuento de 10 céntimos por litro de gasóleo».

Asimismo, la escasez en el número de conductores agrava la situación del sector. Cada vez son menos los que se incorporan al trabajo en la carretera y más los que se jubilan. «Ahora mismo somos 233 socios en Aempatra, tanto autónomos como empresas y contamos con un total de 800 camiones. Pero, es mínimo el número de trabajadores que se ha incorporado. Tan solo tres o cuatro», explica el presidente de los camioneros.

El problema del relevo generacional preocupa y mucho a los transportistas, pues los jóvenes no quieren trabajar en la carretera. «Es cierto que son múltiples los factores que provocan que no sea un trabajo sencillo. Son muchas horas fuera de casa, yo me puedo marchar un domingo y no volver hasta el viernes. Es difícil de conciliar y tener tiempo para estar con la familia», asegura Baños.

Aunque no todos los transportistas sufren ese problema, ya que muchos trabajan con recorridos más pequeños, aunque sí deben lidiar con otras circunstancias, como la dudosa seguridad de las áreas de servicio, dado que los robos de mercancía y combustible son más habituales de lo que parece. «Es necesario que entre todos animemos a los jóvenes a subirse a un camión, porque es un trabajo esencial. Somos muchos los que llevamos varios años andando con uno y aunque parezca mentira, nos gusta», asevera el presidente de Aempatra.

Garantizar la seguridad de las áreas de servicio mediante el acondicionamiento y la iluminación de las mismas puede ayudar para que el oficio de transportista llame más la atención de los jóvenes. «El hecho de poder asearte y descansar sin temor a que te roben es un derecho del que carecemos y que se debería solucionar a nivel europeo, ya que, por lo general, las áreas no cumplen estos requisitos», señala el palentino.

Otra de las necesidades que solicitan los transportistas es que sea más sencillo obtener el permiso de conducir camiones, ya que el precio es algo excesivo y perjudica al sector. «Nuestro trabajo es esencial y durante la pandemia del coronavirus se demostró. Fuimos los encargados de suministrar a supermercados, hospitales y farmacias, entre otros. Aunque siempre lo hacemos, durante esos meses mostramos nuestra importancia. Por ello, es necesario que todos nos impliquemos para que este oficio no se pierda», asegura Baños.

La falta de mujeres en el mundo del motor es otro de los problemas que preocupan. La dificultad para la conciliación laboral y familiar, la escasez de áreas de descanso dignas y seguras y el costoso acceso a la formación para ser transportista provocan que las chicas tampoco quieran subirse a un camión. Además, muchas señalan que el término «camionera» es despectivo, y prefieren transportista, al igual que la mayoría de sus compañeros.

Competencia desleal

Las empresas 'buzón', «aquellas que no tienen actividad real en su país de origen y cuyo único objetivo es el de abaratar los costes salariales, los impuestos y la Seguridad Social de la empresa», también son una fuente de preocupación para al sector de los transportistas, quienes señalan que, estas empresas suponen una competencia desleal para las españolas. «Aunque se tomen medidas a nivel institucional, no es fácil acabar con este tipo de empresas, las inspecciones ayudan, pero no son suficientes», afirma el camionero palentino.

Pese a todo, Óscar Baños asegura que hay muchos aspectos positivos que hacen que el oficio de transportista sea atractivo. «Cada jornada vives una situación distinta porque no sabes lo que te va a pasar. Igual un día desayunas en Barcelona y cenas en Sevilla y eso es difícil de encontrar. Además, los vehículos que utilizamos cada vez son más seguros y cómodos, por lo que las horas en la carretera no se hacen tan pesadas», expone.

Pero, quizá lo más positivo de este trabajo es que «es imprescindible, ya que la gran mayoría de la mercancía llega por camión». Es cierto que también los aviones y barcos suministran a las empresas y administraciones, pero los camiones se llevan la gran parte de dicha mercancía. Y esto no es solo en España sino también en el resto de Europa, e incluso en Estados Unidos.