Suspendido en Palencia el juicio a cuatro hombres por estafa en supuestos negocios en España y Brasil
La defensa de uno de ellos solicitó la recusación de un magistrado con el argumento de que había participado en la tramitación de la causa
El juicio fijado ayer en la Audiencia Provincial de Palencia contra cuatro hombres acusados de estafa o, subsidiariamente, de apropiación indebida y para quienes el fiscal pide, para cada uno de ellos, penas de tres años y seis meses de cárcel, multas y el pago de una indemnización conjunta de 300.000 euros, tuvo que ser suspendido al existir una petición de recusación por parte de una de las defensas.
Según el escrito de acusación del fiscal, los acusados, dos de ellos padre e hijo, constituyeron en febrero de 2011 una sociedad anónima que inscribieron en el registro civil de Pontevedra. La principal empresa del que figuraba como presidente de esa sociedad había entrado en concurso de acreedores, provocando la ruina de todos sus negocios. A pesar de ello, se presentó como un gran empresario con numerosos contactos ante dos mercantiles con sede en Palencia que ser dedicaban a la arquitectura y a la construcción y promoción.
Según el Ministerio Público, la labor de los acusados se limitó a poner en conocimiento de los perjudicados diversos proyectos de obra. Como cualquier otra empresa, la luego presuntamente estafada se presentó a licitación con la promesa de los acusados de que iban a obtener la adjudicación.
Uno de los acusados afirmaba tener contactos con el director de El Corte Inglés, la exesposa del principal accionista de Inditex o altos cargos de la empresa Virgin. Dada la inactividad en España, los ahora acusados dirigieron su mirada a Brasil y, careciendo de infraestructura empresarial en ese país, hicieron creer a los presuntamente estafados que era posible obtener un importante volumen de obra. Hubo un viaje a Brasil y una vez allí le presentaron al responsable de una de las mercantiles personas como el presidente del Tribunal de Cuentas brasileño o el alcalde de Río de Janeiro», concluye la Fiscalía, que incide en que los supuestos contactos no eran reales. Fue entonces cuando los acusados apremiaron a uno de los perjudicados para que les entregara 600.000 euros como adelanto para inversiones en Brasil.
«Es más, se le indujo a pensar que ya se había desembolsado dinero para comprar los terrenos para 718 viviendas en Brasil. Con ese presunto engaño, se desembolsaron dos cheques de 200.000 y 100.000 euros. De los 300.000 euros transferidos, nada se invirtió en Brasil», señala el fiscal.
El juicio se suspendió ayer al argumentar una de las defensas que uno de los magistrados había participado a lo largo de la tramitación de la causa. Aunque la acusación insistió en que la solicitud de recusación debía haberse tramitado antes, la vista no se celebró este lunes.