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El acusado en su momento, durante el juicio en la Audiencia de Palencia. El Norte

Palencia

Ratifican su absolución de detención ilegal y agresión sexual continuada a su expareja

El TSJ confirma el fallo de la Audiencia, que consideraba que no había certidumbre sobre la culpabilidad del hombre, de 38 años en el momento del juicio

El Norte

Palencia

Lunes, 20 de octubre 2025, 15:40

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La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha dictado una sentencia en la que confirma el fallo dictado el 11 de febrero de 2025 por la Audiencia Provincial de Palencia en la que absuelve a un hombre, D. F. T. L., de 38 años, para quien la Fiscalía solicitaba una pena global de 17 años de prisión por un presunto delito de detención ilegal en concurso medial con un delito continuado de agresión sexual y un delito de robo con violencia, y por un supuesto delito contra la integridad moral. En su fallo, la Audiencia de Palencia consideraba que no había certidumbre sobre la culpabilidad del acusado tras valorar las pruebas aportadas.

«Partiendo de la prueba de cargo fundamental que se ha desplegado en el proceso, que no es otra que la declaración de la víctima denunciante, el órgano de enjuiciamiento no puede descartar la existencia de móviles espurios en la misma (aun sin poder, por el contrario, afirmar que mienta o falte a la verdad), apreciando igualmente contradicciones en lo manifestado por ella en las distintas fases del procedimiento, y viniendo su versión de los hechos contradicha por manifestaciones contrarias del acusado, sin que el resto de las pruebas permitan corroborar la certeza de una u otra versión. Como consecuencia de lo expuesto, el tribunal entiende que la credibilidad del relato y la persistencia en la incriminación por parte de la denunciante, y, en suma, su fiabilidad, quedan cuestionadas, advirtiendo, tras dicha valoración probatoria, serias dudas acerca de la realidad de lo acontecido, y aplica, como no podía ser de otra manera, el principio 'in dubio pro reo', todo lo cual conduce a la absolución del acusado», recoge la sentencia de la Sala de lo Civil y Penal del TSJ.

En la vista oral celebrada los días 28 y 29 del pasado mes de enero, la Fiscalía de Palencia mantuvo que D. F. T. L. mantuvo una relación sentimental con convivencia con una mujer de origen extranjero, A. M. K., desde mediados de 2012 hasta febrero de 2020. La relación finalizó en esa fecha por decisión unilateral de la mujer, no estando el hombre conforme con el fin de la misma. Motivada por un sentimiento de culpa, A. M. K. prometió a D. F. T. L. pasar con él el 12 de septiembre de 2020 y acudió a mediodía al domicilio de este, en una localidad situada en la comarca de Tierra de Campos.

Nada más llegar, D. F. T. L. le pidió a A. M. K. la entrega de su móvil con la excusa de que no le llegaban los mensajes. La mujer se lo dejó pero le pidió la devolución del teléfono y el acusado, tras negarse en un principio, terminó dándoselo, pero acto seguido se lo arrebató de la mano. Le insistió en que le diera la contraseña del móvil y así poder observar las conversaciones mantenidas por A. M. K., terminando esta por proporcionársela. En ese momento, la mujer intentó pedir ayuda mediante el botón SOS de su reloj, pero D. F. T. L. se dio cuenta y también se apoderó de él.

Según el fiscal, D. F. T. L. interrogó a la mujer sobre las conversaciones que observó en el teléfono móvil. A sus respuestas, la golpeó con bofetadas y golpes en la cara, le introdujo los dedos en la vagina e inmediatamente la penetró vaginalmente. La mujer intentó de nuevo resistirse pero, ante los nuevos golpes del hombre, dejó de oponerse con la única intención de que todo acabara cuanto antes.

Durante toda la tarde del 12 de septiembre de 2020, D. F. T. L. siguió el interrogatorio en relación con las conversaciones que constaban en el teléfono móvil de la mujer. Asimismo, continuaron los golpes y, en dos momentos distintos, la penetró vaginalmente y le introdujo los dedos en la vagina.

En la mañana del 13 de septiembre de 2020, cuando ambos se despertaron, D. F. T. L. volvió con el interrogatorio a la mujer. De nuevo y por última vez la penetró vaginalmente, alegando ella que le dolía, dejándole vestirse y permitiéndole salir para ir a su domicilio, situado en otra localidad de Tierra de Campos. Sin embargo, lejos de dejarla ir sola, la acompañó y se trasladaron en el vehículo de la mujer. Cuando llegaron a la localidad, ambos subieron a la vivienda y, sobre las 11:00 horas, preocupado por la mujer, se personó en el lugar un hombre, C. R. P., que llamó al telefonillo. D. F. T. L. le impidió a la mujer que dejara subir al domicilio al hombre, que insistía. Sobre las 12:00 horas, ella logró abrirle la puerta del portal y cuando C. R. P. subió, ella pudo escapar.

Durante su declaración el pasado 29 de enero en la vista oral, D. F. T. L. aseguró que, a partir de la ruptura, «fue todo un vaivén». «Estábamos y no estábamos, yo intentaba mantener un contacto sano con ella pero no estaba bien anímicamente y mi actitud no fue la correcta», afirmó D. F. T. L., que insistió en que, después de romper, ambos se fueron en varias ocasiones a hacer rutas y viajes y siguieron manteniendo relaciones sexuales.

«El 12 de septiembre de 2020 quedamos en mi domicilio para que ella me trajera unas cosas que habíamos comprado durante años y que íbamos a repartir y empezamos a tontear, mantuvimos relaciones sexuales normales aunque no podía tener una erección normal por una medicación que estaba tomando. Llegamos al acuerdo de grabarlo porque yo pensaba que iba a ser la última vez. Yo intenté que ella me motivara para que mi pene se pusiese erecto, pero ella me dijo que le estaba cortando el rollo y se acabó el intento de relación. No cabían en el coche de mi amigo todas las cosas que me tenía que llevar y quedamos valorar al día siguiente qué me iba a llevar. De allí nos fuimos mi amigo y yo al camping de Llanes y estuvimos hasta muy tarde allí haciendo una parrilla. Al día siguiente volvimos a la casa con la intención de que me trajera ella las cosas, pero no lo hizo y me mosqueé, así que volvimos al domicilio de ella en el coche y mi amigo en otro coche detrás. En la casa seguimos discutiendo y yo empecé a reunir las cosas que me iba a llevar mientras ella se duchaba para ir a trabajar. No oí que C. R. P. llamara el timbre, cuando subió él se abalanzó hacia mí y empezamos a tortazo limpio y empujones, ella me agarró por detrás e intentaron ambos tirarme por las escaleras abajo. Salí corriendo y le dije a mi amigo que nos fuéramos de allí», agregó D. F. T. L. durante la vista oral.

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