«Esto ha sido una puñalada. Alberto era uno más de la familia»

«Él vivía en Palencia, donde trabajaba en una empresa de transportes, pero nació y se crió en Cervera y venía todos los fines de semana, en las vacaciones... Cuando estaba por aquí era muy activo, participaba en la vida del pueblo. En las fiestas de Nuestra Señora del Castillo y San Roque, por ejemplo, era uno de los fijos en la organización de la parada bajo el Arco de San Roque», señalaba Jorge Ibáñez, que incidía en cómo su familia es conocida y querida en Cervera de Pisuerga. «Su padre tenía un taller de coches y su madre, que ya murió, una peluquería», hacía hincapié el regidor de Cervera al hablar de Antonio Martín de Mier, casado y con un hijo de 7 años.

«Esto ha sido una puñalada», repetían desde la empresa de transportes de Palencia en la que trabajaba desde hacía 14 años el camionero fallecido. «Era uno más de la familia, él hacía y deshacía en la empresa, él se organizaba sus viajes... Lo que él hacía, estaba bien hecho», comentaban desde la empresa. Alberto, que transportaba ayer paquetes de alfalfa a Salamanca, «se conocía a todos los ganaderos de Castilla y León», aseguraban.

El trágico accidente de tráfico alteró también abruptamente la normalidad en Cevico Navero, localidad del Cerrato palentino en la que nació el conductor del camión que atropelló a los tres conductores muertos. La familia de M. A. H. C., de más de 45 años, casado y con dos hijos, tiene una explotación agrícola y camiones para transportar la producción para su venta y distribución. M. A. H. C., que trabaja junto a su hermano –menor que él– en el transporte de productos como forraje o cebada es un habitual en Cevico Navero, «aunque tiene piso en Palencia», comentaban ayer lunes en este municipio.

«Es muy probable que ambos se conocieran, porque el que les ha atropellado trabaja para una cerealista y el fallecido también se movía con cereales. Palencia es una provincia pequeña y aquí nos conocemos todos», señalaba el presidente de la Asociación Empresarial Palentina de Transportes (Aempatra), Óscar Baños, que lamentaba profundamente la muerte de los tres camioneros pero también el drama que vive al conductor del vehículo que les atropelló.

«Son imágenes que, aunque viviera mil años, no las olvidaría. No me gustaría estar ahora en su pellejo», afirmaba Óscar Baños, que insistía en que su profesión es «dura, de riesgo y cada día con más problemas», y que lo ocurrido al conductor causante del atropello mortal en Tordesillas «nos puede pasar a cualquiera en cualquier momento».