«Lo primero es salvarles la vida, luego tendrá que llegar la ayuda psicológica»

–¿Cómo está siendo su día a día con la crisis del coronavirus?

–Nosotros estamos relativamente tranquilos por el momento. En las consultas pasamos a los programados y a las urgencias que nos surgen de nuestros pacientes.

–¿Y cómo se encuentran sus pacientes, cómo viven el coronavirus ellos?

–Parece que la gente se ha hecho consecuente de la situación y son capaces de relativizar mucho. Con la que está cayendo lo asumen, algunos hay mal pero otros lo llevan bastante mejor.

–Su rutina, de momento, no ha variado por el coronavirus...

–No, de momento, no, pero esto puede cambiar en cualquier momento y puede que nos toque ir al Río Carrión, todo depende del número de enfermos que sigan y demás.

–¿Entonces su trabajo se ha incrementado por el coronavirus?

–No, de momento nuestro trabajo no se ha incrementado por el coronavirus, pero estamos desarrollando un programa de atención telefónico que hará que se incremente mucho en consultas de psicología y psiquiatría por duelos patológicos, estrés postraumático o ansiedad y también se está llevando a cabo un programa de humanización de la asistencia.

–Supongo que ahora lo principal sea mantener vivos a los pacientes...

–Sí, ahora mismo lo que más se está abordando es en salvar la vida, es en lo que más cuidado se está teniendo en el Río Carrión, pero cada día se va viendo que los pacientes necesitan más cosas...

–¿Cuándo se va a comenzar a necesitar ayuda psicológica y psiquiátrica?

–Yo creo que conforme avancen los días. Y cuando pase todo esto la demanda va a ir creciendo.

–¿Se refiere a cuando termine el confinamiento y el estado de alarma?

–Sí, desde el punto de vista psicológico, sí. A los que han perdido a alguien, a los que han sobrevivido con el miedo que han pasado, a las consecuencias derivadas del problema económico que surja. Duelos, estrés postraumáticos y cuadros adaptativos a la situación económica y laboral. Van a surgir muchas cosas después entre pacientes, familiares, profesionales sanitarios... Nada va a ser igual, creo que están cambiando muchas cosas y las que aún quedan por cambiar.

–¿Y qué recomendaría a todos los que pueden estar pasando miedo en su confinamiento?

–Recomiendo ejercicio físico en la medida que se pueda o conectarse a iniciativas de canales o enlaces que ofrecen gimnasia suave, Pilates o relajación. También estar distraído, escuchar música y estar leyendo, y también hacer una dieta sana.

–¿Y aquellos que han perdido a un familiar o está ingresado o encerrado en una residencia?

–Tienen que intentar estar lo más distraídos posible, más o menos igual que el resto. Leer, intentar moverse un poco.... Desgraciadamente no hay una pauta fija, el duelo de la pérdida lo van a a tener que hacer, ese es el mismo. Cuanta más actividad tengan y más contacto, apoyo telefónico o videollamadas será mejor. Eso es lo que hacemos con los duelos normalmente, que necesitamos más a los que están a nuestro alrededor, lo más cerca posible, dentro de lo que se pueda.

–¿Perder a alguien así es más difícil de asimilar?

–Sí, es más difícil al no poder estar ni velar a la persona que acabas de perder.