Palencia
La ONCE atiende a la carta a 250 afiliados y busca vendedores para ampliar su redLos servicios que presta la organización a través de una decena de profesionales abarcan cualquier faceta de la vida, la cultura o el empleo
Almudena Álvarez
Domingo, 25 de junio 2023, 08:37
No hace ni cuatro meses desde que Alejandra Rodríguez aterrizara en Palencia para hacerse cargo de la delegación provincial de la ONCE. Esta sevillana ... de 36 años llegó a Palencia a finales de febrero con la experiencia acumulada en su paso por León, donde ha sido la delegada provincial en los últimos cuatro años, y las ideas sobre el cometido de la ONCE en Palencia muy claras.
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«Queremos que nuestros servicios sean un traje a medida y que cada vez lleguen a más gente», asegura Rodríguez. Por eso una de las prioridades que se ha marcado va a ser la mejora de los servicios que se prestan a los afiliados en Palencia, ampliando la capacidad para prestar servicios a la carta, que se adapten a las necesidades de cada socio y que contribuyan a mejorar la autonomía y la calidad de vida de las personas ciegas o con deficiencias visuales graves que viven en Palencia.
Los servicios se prestan en la capital y en la provincia donde se trasladan los técnicos si un afiliado lo necesita
Alejandra Rodríguez asegura que actualmente «la gama» de servicios sociales que presta la ONCE en Palencia es muy amplia y se adapta a las necesidades de cada persona como «un traje a medida» que va a cambiar en función de la edad, la situación laboral o familiar a lo largo de la vida, en la medida en que las necesidades personales van cambiando.
«Nuestro objetivo es llegar al mayor número de afiliados y de forma personalizada y diferente», continúa Rodríguez, que anima a los 250 afiliados que tiene la ONCE en Palencia, el 70% de los mismos mayores de 65 años, a recurrir a todos los servicios que se prestan y que abarcan cualquier faceta de la vida, la educación, el ocio, la cultura, el deporte, la tecnología o incluso el empleo.
La organización presta ayuda para adquirir herramientas y recursos adaptados para personas con dificultades de visión
De ello se ocupan los profesionales de la ONCE en Palencia, que cuenta con psicólogos, técnicos de empleo y de rehabilitación, el TIFLO, que ayuda a manejar las nuevas tecnologías y adaptarlas a cada tipo de discapacidad, trabajadores sociales, animadores socioculturales y maestros, para que los personas con problemas visuales o ceguera total lleven una vida lo más autónoma posible.
Este equipo está formado en Palencia por una decena de profesionales y como señala la directora de la organización, todos prestan un servicio igual de importante aunque los más demandados son los de la trabajadora social y la técnico de rehabilitación, ya que todos los afiliados pasan por sus manos cuando llegan a la ONCE.
El dato:
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20 Hasta una veintena de personas más podrán ser contratadas como agentes de venta en la capital y en la provincia, ya que «estamos por debajo de nuestras posibilidades», señala la nueva directora en Palencia.
Además la organización contempla la prestación de ayudas económicas para adquirir herramientas y recursos adaptados que facilitan la vida a las personas con dificultades de visión. Ayudas ópticas como lupas, gafas, filtros, o para el manejo del bastón, la adaptación del puesto de trabajo o de estudio y de la vivienda, que permitan por ejemplo, poder seguir cocinando en casa e incluso para aprender a combinar la ropa, completan un catálogo de servicios muy importantes y que se prestan de forma gratuita a todos los afiliados.
Unos servicios que se prestan en la capital y en los pueblos de la provincia donde se trasladan los técnicos de la ONCE cada vez que un afiliado lo necesita. «Siempre insisto en lo mismo: el traje a medida. Hoy puedes no necesitarlo pero mañana sí o al revés» porque las situaciones cambian.
Crear empleo
Otro de los retos que se ha marcado Alejandra Rodríguez desde su llegada a Palencia es mejorar la capacidad de crear empleo porque «en Palencia nos está costando encontrar agentes vendedores de la ONCE», asegura la nueva directora.
Un puesto al que se puede optar con cualquier tipo de discapacidad visual o de otro tipo, incluida una incapacidad que se acoja al 33% mínimo necesario para el empleo, y que sin embargo tiene un déficit. De hecho, en Palencia, la ONCE tiene 50 vendedores, pero podría llegar a contar con entre 60 y 70 empleados, es decir emplear entre 10 y 20 personas más como agentes de venta en la capital y la provincia. «Estamos por debajo de nuestras necesidades y a veces nos cuesta Dios y ayuda hacer la cobertura», señala Alejandra. Esto no quiere decir que el empleo en la ONCE haya caído, ya que esa cifra de 50 vendedores fluctúa a lo largo de los años, pero como señala Alejandra en la ONCE «siempre hay un margen de mejora en el empleo, porque todo evoluciona».
Tampoco quiere olvidarse la nueva directora de agradecer la labor que hacen la veintena de voluntarios de la ONCE que hay en Palencia y que constituyen una red de personas muy importante que prestan ayuda de forma desinteresada, siendo lo más habitual el servicio de acompañamiento, ya sea para acudir a una cita médica, al cine o al teatro o también para poder rellenar un formulario.
Alejandro Meneses, vendedor: «Ya me ha tocado la lotería, aquí he encontrado una familia»
No lleva un año trabajando en la ONCE, pero no deja de repetir que le ha tocado la lotería. En su caso el cupón o el cuponazo, bromea Alejandro Meneses, porque este trabajo le ha cambiado la vida y le ha dado la oportunidad para ser una persona autónoma y desarrollar un proyecto de vida. «No espero que me toquen los cupones porque ya me ha tocado la lotería», afirma, agradecido por la oportunidad laboral y por los servicios que le prestan y que le están haciendo más fácil su día a día.
Antes era albañil, pero la confirmación de una enfermedad visual, –tiene visión de túnel y carece de la visión periférica– empezó a limitarle las oportunidades laborales a pesar de que, como recalca, tiene 35 años y «derecho a trabajar como cualquier otra persona». Pero lo cierto es que «en cuanto dices lo que tienes, nadie te contrata», asegura.
Al recurrir a los servicios de la ONCE, le ofrecieron trabajar como agente vendedor. «Hice un curso y estoy de comodín, haciendo sustituciones aquí y allá», explica Alejandro, mientras vuelve a repetir que le ha tocado la lotería sin jugarla, aunque eso implique desplazarse desde Venta de Baños, donde vive con sus padres, hasta la capital. «Estoy muy contento, es un buen trabajo, la gente es muy amable, disfruto con lo que hago y me siento útil», afirma.
Para él, este trabajo se ha convertido en «un motivo para vivir» porque le está permitiendo tener independencia económica y la autonomía suficiente como para pensar en un futuro con su novia y «tener una vida normal». Incluso le ha cambiado el carácter, porque antes era «muy vergonzoso».
En la ONCE le prestan todos los servicios que necesita en este momento. Y además le han enseñado a manejar el bastón, aunque de momento no lo necesita, y a reconocer las monedas «por el canto», porque su enfermedad no tiene cura y nunca se sabe lo que puede pasar en el futuro. «Por ejemplo, si llego a perder la vista hay una psicóloga que te ayuda a asumir la situación», señala, mientras insiste en que «dentro de lo malo, le ha tocado la lotería».
Y hablando de lotería, Alejandro Meneses confiesa que nunca ha sido jugador, pero que ha empezado con el Eurojackpot todas las semanas a medias con su madre y que aunque le toque seguirá trabajando, porque en la ONCE ha encontrado una familia.
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