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Virginia Barcones, en el centro, y Milagros Marcos, a la derecha. en la firma del convenio. El Norte
La modernización de los regadíos en la zona del Canal del Pisuerga costará 18,7 millones

La modernización de los regadíos en la zona del Canal del Pisuerga costará 18,7 millones

La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, y la consejera de Agricultura, Milagros Marcos, presentan el proyecto en Astudillo

el norte

Palencia

Viernes, 28 de diciembre 2018, 14:40

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La consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, ha firmado un convenio de colaboración con la comunidad de regantes del Canal del Pisuerga y la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) para llevar a cabo obras de modernización y consolidación de los regadíos de esa zona. Con una inversión superior a los 16,2 millones de euros, se instalará un sistema de riego a presión, con instalaciones modernas y competitivas para mejorar la distribución del agua a los cultivos en el Sector G, Fase I del Canal del Pisuerga, en los municipios de Santoyo y Frómista, en la provincia de Palencia. De este modo, se modernizarán 1.100 hectáreas de 272 propietarios.

Hay que sumar, además, a esta inversión, la obra de infraestructura rural de la concentración parcelaria, que tiene un presupuesto de 2,5 millones de euros y que ejecutará completamente la Consejería de Agricultura y Ganadería, por lo que el coste total de la obra, una vez culminada, superará los 18,7 millones de euros,

Con esta actuación se continúa avanzando en la modernización del regadío de la zona, que pasa de 6.910 hectáreas a más de 8.000, lo que supone ya el 66 % de la superficie de la comunidad de regantes del Canal del Pisuerga, lo que ha conllevado, hasta el momento, una inversión de 72,4 millones de euros, que sumado a la inversión prevista de 18,7 millones de euros, superará los 91 millones de euros.

En cuanto a las obras, la Consejería de Agricultura y Ganadería, a través del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), se encargará de poner en marcha el bombeo y otras instalaciones vinculadas al mismo, así como llevará a cabo la dirección de obra y las medidas de seguridad. Por su parte, Seiasa se encargará de los elementos de regulación, la red de distribución de riego y otras instalaciones y automatismos.

Entre los principales beneficios que conllevan la modernización del regadío de una zona está la optimización del uso del agua, permitiendo hacer frente con mayores garantías a las circunstancias de escasez de recursos disponibles. Se estiman ahorros medios en el uso de recursos de entre un 20 y un 25%.

Además, para mejorar la competitividad y rentabilidad de las explotaciones agrarias, los costes para el riego con presión se reducen en las zonas modernizadas un 35 % respecto a las zonas sin modernizar. La modernización contribuye activamente a la regeneración en el campo, ya que las incorporaciones de jóvenes en las zonas modernizadas son un 80% superiores que las que se producen en las zonas sin modernizar. Esta apuesta por un sector modernizado se aprecia también en la inversión que llevan a cabo los propios agricultores, que es un 240 % mayor en las zonas modernizadas que en las no modernizadas

El regadío modernizado permite diversificar las alternativas de cultivo, principalmente porque pueden realizarse otros cultivos más asociados a la transformación agroindustrial. Esta posibilidad de adaptación de las producciones a las necesidades del mercado permite mejorar y garantizar la competitividad de las explotaciones agrícolas.

Es fundamental la contribución del regadío a la mejora de las condiciones ambientales del medio rural, ya que, además del ahorro de agua, las infraestructuras de riego modernizadas permiten una reducción de la contaminación difusa que puede cifrarse por ejemplo en una reducción del abonado nitrogenado de entre un 25 y un 30%, que además de ser un ahorro de costes importante, reduce la carga contaminante que llega a las masas de agua. En esencia, el ahorro de agua, junto con el efecto sumidero de CO2 que suponen los cultivos de regadío, hace de las modernizaciones de regadío una herramienta eficaz para luchar contra el cambio climático.

Por estos motivos, la modernización de los regadíos se configura como una de las medidas imprescindibles para el desarrollo rural, no solo porque permite garantizar la viabilidad de las explotaciones para el futuro, sino porque además tiene un efecto de interacción con otras actividades, como la industria agroalimentaria, lo que permite generar empleo y actividad económica y fijar población en estos entornos.

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