Una mirada al horizonte desbordado en el Centro Cultural Provincial de Palencia
El pintor segoviano Alberto Reguera hace balance de sus últimos quince años en su nueva exposición
jesús garcía-prieto
Palencia
Martes, 15 de octubre 2019, 21:20
Quince años llevaba Alberto Reguera sin visitar su segunda casa con una exposición. Tres lustros han tenido que esperar los palentinos para volver a disfrutar del arte del genial pintor segoviano. Pero la espera ha merecido la pena porque desde hoy y hasta el próximo 13 de noviembre, se puede visitar 'El horizonte desbordado' en la sala de exposiciones del Centro Cultural Provincial. Un resumen de todo este tiempo en el que el artista ha evolucionado como pintor. «En mi trabajo hay cinco épocas. Las tres primeras se mostraron en la exposición de 2004. Entre los años 2005 y 2007 es la época en la que los paisajes se hacen tridimensionales y entre 2007 y 2013 el espacio es el instrumento de trabajo como pueden serlo el pincel y el pigmento», explica el pintor segoviano.
Alberto Reguera vivió buena parte de su infancia en Palencia y se siente especialmente vinculado a la ciudad aunque en la actualidad se le puede considerar un ciudadano del mundo. «Mi vida ahora está entre París, Madrid, recientemente he estado en China... Recuerdo los viajes que hacía mi familia entre Palencia y Segovia y viceversa. En ese viaje exterior viendo los campos de Castilla y esa línea del horizonte desbordada desde la ventanilla de aquellos coches de los años 60, se ha convertido en un viaje interior», señala Reguera, que considera que los paisajes de Castilla son toda una fuente de inspiración. «No solamente está la vertiente de Caneja y lo que supuso, sino también el espacio construido que ofrece el paisaje castellano».
La pintura expandida, de la que se hace eco el segoviano, es un debate sobre el soporte donde se recurre a las temáticas del trabajo del pintor como las nubes, la Castilla abstraída, las atmósferas y la música. Desde entonces su trabajo toma varias vertientes. «El paisaje en tres dimensiones o la pintura expandida. En esa época no solo borro la frontera entre pintura y escultura, sino que me expando horizontalmente en el suelo porque voy a pintar desde todos sus lados para generar una pintura que tiene el aspecto de una escultura y rodeada de pigmentos, algo que da sensualidad a la materia. Cada cubo matérico es como una pincelada con volumen».
En esta exposición, el espectador será el protagonista. «La participación del público es importante porque dependiendo de donde se sitúe, el público va a crear su propio campo pictórico visual», indica Reguera. «Desde 2014 compagino todas esas vertientes de manera paralela. La fotografía, la pintura, el dibujo, la instalación pictórica y esas tres últimas etapas son las que mostraré en esta exposición», concluye.
«Palencia es un bálsamo en un mundo convulso»
Alberto Reguera considera que Palencia es un magnífico lugar para ejercer una observación del paisaje y transformar el paisaje exterior en interior. «Con todo este mundo convulso, creo que Palencia es un lugar balsámico. Hay grandes cosas por descubrir a nivel de turismo, de arte. Esta misma exposición es la prueba de que se trabaja bien en el arte contemporáneo. Palencia puede tener mucha fuerza y eso se puede concatenar con todo lo que está pasando en Castilla», señala Alberto Rodríguez. Para abstraerse, crear y experimentar con diferentes texturas o colores, el autor se sumerge en la soledad de su estudio. «Procuro crear una atmósfera de tranquilidad en el estudio, algunas veces acompañada por música, para finalmente dar luz a cada obra», explica Alberto Reguera. «Los palentinos se van a encontrar un paisaje abstracto que se desborda del propio cuadro. El espectador puede pensar que el cuadro expulsa materia. Es como si hubiésemos reventado las tripas del cuadro y está brotando la materia. Hay una doble lectura porque es una intervención pictórica donde rememoro el 'Action painting' americano. Intervengo en el cuadro pero al mismo tiempo el cuadro escupe materia», define Reguera.