Joaquín Climent, actor: «El público palentino es curioso y valora mucho lo que llega»

–¿Qué es lo que se va a encontrar el público palentino sobre las tablas del teatro Principal?

–Es una historia peculiar, muy reconocible, aunque gracias a dios poco cercana. El planteamiento de una situación extrema donde tres personas se encuentran después de haber sucedido un accidente nuclear, pero dentro de una cotidianidad, ya que las tres personas han trabajado con anterioridad en esa central y con el paso del tiempo coinciden. Dos de ellos son un matrimonio (compuesto por Susi Sánchez y por mí) que vive cerca de la zona de exclusión y la otra compañera viene a visitarnos. Esas personas que por estar jubiladas deberían de estar más relajadas, sin embargo la vida les pone por delante otras opciones.

–¿Había visitado Palencia con anterioridad?

–Sí. Es una ciudad que me encanta. Siempre que voy me sorprende, muy agradable, bonita, cálida y además se come muy bien que es lo que siempre decimos cuando hablo con otros actores. El público palentino es curioso y agradecido. Valora mucho lo que llega.

–Queda muy cercana la serie 'Chernobil' que retrata precisamente lo que ocurrió en la central ucraniana…

–El fondo es el accidente nuclear, aunque lo que se van a encontrar son tres seres humanos con vidas cercanas y no es nada alejado de lo que nos pueda pasar a todos nosotros en nuestro día a día. Personas cercanas a los sesenta años, que han tenido un recorrido vital y que se tienen que hacer cargo de algo que quedó en el pasado, pero que tiene consecuencias en el futuro. No tenemos que ponernos en algo tan grave como un accidente nuclear.

–¿Cómo es Robin, el personaje que usted defiende?

–Los tres personajes están muy bien dibujados por la autora. Llama la atención que cuando Lucy Kirkwood escribió la obra tenía 34 años y conoce perfectamente el mundo de la gente de nuestra generación, lo refleja muy bien. Robin está entre las posturas de las dos mujeres. Es más pasivo que ellas y a la vez muy protector.

–Precisamente la juventud de la autora sorprende al tratar temas como el de un accidente nuclear o el cambio climático…

–Es una mujer que da un halo de naturalidad y cotidianidad a algo tan raro como un accidente nuclear. Lo hace muy cercano y esa capacidad de comprender a la generación de sus padres la hacen muy sabia.

–Usted lleva más de cuarenta años de carrera continua. Ha trabajado en series reconocidas como '7 vidas', 'Física o química' o 'El comisario', además de participar en películas de Almodóvar o Berlanga. ¿Cuál cree que es la clave para seguir al pie del cañón?

–A veces me lo pregunto, no tengo ni idea (risas). Pasito a pasito se van haciendo cosas y la vida te va dando oportunidades, sorprendiendo. Ha sido algo natural y espero que continúe de la misma manera.

–¿Qué cree que ha aportado y que le ha aportado usted esta profesión?

–Este mundo es un modo de vida. A veces para tener una continuidad hay que aportar algo y eso es lo que reflejas. Siempre me han dicho que le doy algo de humanidad a la profesión de actor. Yo lo que quiero ser es esto y no pienso en jubilaciones porque estoy haciendo lo que quiero hacer. No quiero dejar de hacer lo que hago.

–¿Es muy meticuloso a la hora de elegir un papel?

–Soy muy obediente. Primero me llega el proyecto y me tiene que gustar y una vez doy ese paso, me pongo a las órdenes del director. Desde ese momento descubro lo que tiene esa historia. Lo cierto es que me considero muy facilón, pero también soy meticuloso. No me cansan los ensayos.

–¿Cuáles son sus próximos proyectos?

–La semana que viene se estrenará en Netflix la serie 'Los favoritos de Midas'. En marzo empezaré otra serie con Gracia Querejeta dirigiendo y con Maribel Verdú como protagonista. Además seguiremos con la gira durante todo el año y varios proyectos que vayan saliendo.