Un indigente holandés burla la seguridad y casi alcanza el escenario del Palencia Sonora
El hombre extranjero, que declaró que solo quería «disfrutar del festival», fue detenido y puesto en libertad tras pasar por el juzgado
Ni se llama Willem van der Becken, ni fue el capitán de un barco que hizo un pacto con el diablo para poder surcar los ... mares sin importar los retos naturales en su travesía y que fue castigado por Dios a navegar eternamente sin rumbo y sin tocar tierra. Pero, desde luego, es holandés y errante, y cuenta con dos metros de altura el 'angelito' que el pasado fin de semana quiso disfrutar del Festival Palencia Sonora no solo 'por la cara', sino muy, muy cerca de los artistas y grupos que actuaban en El Sotillo. Tanto, que casi llegó a subirse al escenario principal, placado en el último momento por la seguridad privada del festival.
El curioso suceso lo protagonizó en la noche del sábado un hombre de nacionalidad holandesa que se encuentra en la indigencia y que, hallándose en la capital palentina, quiso ser partícipe del espectáculo que es el Palencia Sonora. Ni corto ni perezoso, se saltó los controles de seguridad del festival por la zona próxima al escenario principal y ya cuando se disponía a subir al mismo pudo ser placado por la seguridad.
Dado el aviso a la Policía, hasta el lugar acudió una dotación que trasladó al detenido a la Comisaría de Palencia antes de que fuera puesto a disposición del titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 7 de Palencia, que decretó su puesta en libertad y medidas para que pueda ser derivado a algún centro de acogida.
Al parecer, el hombre de origen holandés y altura considerable, explicó en su declaración que le gusta Palencia porque queda cerca del Camino de Santiago; que solo quería disfrutar del festival, y que fue apurando las bebidas que los asistentes iban dejando hasta que, al parecer, el 'puntillo' pasó a ser como el de la bandera de Japón.
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