El futuro de las terrazas covid queda en manos de las propuestas de Vox

En Ganemos, tampoco hay duda y su posición no varía: no, puesto que desde el principio se ha mostrado en contra de que se pueda autorizar el uso del suelo público para beneficiar a los intereses privados de un empresario.

La sorpresa saltaba en el seno del equipo de gobierno, ya que los representantes del PP dejaban sola a la edil de Tráfico, Carolina Gómez, de Ciudadanos, e instaban a que se diese una vuelta al texto, ya que tampoco les convencían algunas contradicciones en el contenido de la ordenanza.

Y en esta situación de soledad, Carolina Gómez no tenía más remedio que intentar encontrar aliados por algún lado, y tuvo que recurrir al grupo sobre el que se ha sustentado la minoría del equipo de gobierno durante todo el mandato. Así, la edil de Tráfico centró toda su atención en la portavoz de Vox y le instó repetidamente a que presente las aportaciones que crea necesarias para lograr los apoyos necesarios a su propuesta de renovación de la ordenanza.

Y aunque son diversos los aspectos controvertidos, la gran batalla gira en torno al deseo del grupo municipal de Ciudadanos, con la figura del alcalde, Mario Simón, como máximo valedor, de otorgar una autorización definitiva a las llamadas terrazas covid, aquellas que se autorizaron de forma provisional durante la pandemia sobre superficies antes prohibidas, especialmente en plazas de aparcamiento, al nivel de la calzada, e incluso en la Zona Azul.

Y como se ha visto, Ganemos está totalmente en contra, el PSOE también lo rechaza y este posicionamiento en su más amplio sentido, como defiende Ciudadanos, tampoco convence al PP y a Vox. A ambos grupos les preocupa el elevado número de aparcamientos que se pierden en zonas donde son escasos, como el barrio de La Puebla, pero especialmente porque muchas de las terrazas autorizadas no funcionan gran parte de los días o solo lo hacen durante un breve lapso de tiempo.

El 8 de febrero

Y en este sentido es el que quiere aportar fundamentalmente la portavoz de Vox, que ha aceptado el reto de presentar una serie de propuestas antes del 8 de febrero, fecha en la que se celebrará la próxima Comisión Informativa de Tráfico. Aunque, como ha dejado claro la portavoz de la formación derechista, se tratará únicamente de aportaciones, propuestas y sugerencias, no de un texto formal de ordenanza, que, según indicó, debe ser redactado por los servicios jurídicos del Ayuntamiento.

El objetivo del equipo de gobierno, en este caso de la parte de Ciudadanos, era haber logrado ayer martes modificar la postura del algún grupo con el fin de presentar el texto de la ordenanza en el próximo pleno extraordinario, que se celebrará a finales de enero a petición del PSOE, como un debate sobre el estado de la ciudad.

Sin embargo, el posicionamiento firme del resto de los grupos políticos en contra del texto de la ordenanza, ha llevado a la concejala de Tráfico a iniciar de nuevo el camino a partir de las propuestas que plantee Vox, aunque Sonia Lalanda ya ha dejado muy claro que su forma de entender este asunto difiere en muchos aspectos de la que tiene la edil de Ciudadanos.

La discrepancia principal radica en el periodo de autorización. Mientras que la edil de Tráfico y el alcalde han mostrado su deseo de que esas autorizaciones provisionales se legalicen y sean permanentes, la portavoz de Vox entiende que no tiene sentido autorizar terrazas en plazas de aparcamiento –muy demandas por los vecinos– en periodos del año en los que apenas hay uso de las terrazas, como los meses que van de noviembre a marzo.

«Hay que buscar un equilibrio entre el interés económico, el descanso de los vecinos y la vida en la ciudad», explica la edil de Vox, quien critica también que el horario pueda extenderse hasta las 2:30 horas de la madrugada todos los días. Asimismo, Sonia Lalanda critica duramente la estética de muchas de las terrazas y exige una uniformidad y un decoro estético. «No sabemos qué puede pasar, porque es posible que nuestras propuestas no le gusten a la concejala y no quiera incorporarlas. Lo único que tengo claro que el bodrio de ordenanza que hay ahora sobre la mesa no lo vamos a apoyar», indicó Lalanda, quien señaló además que toda autorización debe recibir un estudio individualizado para determinar las condiciones de la licencia. «No puede valer el café para todos».

Estos planteamiento de Vox no terminan de encajar con la visión del PSOE, que, en principio defiende el mantenimiento de una ordenanza como la que aún sigue vigente, en el que se establecen unos requisitos y cada hostelero ya conoce si, en función de la ubicación de su local, puede disponer de terraza.

Los socialistas deben analizar si apoyarían una propuesta con autorizaciones limitadas a un periodo concreto del año, aunque su posición se inclina más a la introducción de modificaciones en la ordenanza vigente para modernizarla y corregir errores.