Una docena de pueblos de Palencia abastecen a sus vecinos con cisternas de agua potable

A estas alturas ya hay una docena de pueblos de la provincia que se han visto obligados a recurrir al servicio de cisternas, que financia en un 80% la Diputación de Palencia, para facilitar el abastecimiento de agua potable a sus vecinos. Realmente lo han solicitado oficialmente Itero Seco, Villantodrigo, Reinosa de Cerrato, Villasarracino, la Mancomunidad Valle del Pisuerga, Verdeña y Villalcón, pero «me consta que hay hasta una docena de municipios que han recurrido al servicio, aunque aún no hayan formalizado la solicitud», señala el diputado de Acción Territorial, Urbano Alonso. «Todos ellos han pedido cisternas de forma urgente por problemas de abastecimiento de agua potable, generalmente relacionados con el aumento de población en los meses de verano», explica, recordando que la demanda se concentra en los meses de verano que es cuando los pueblos están más llenos de gente, se multiplican el consumo y las averías en bombas, tuberías o llaves, el caudal se queda escaso, los depósitos se agotan y el calor seca los manantiales.

A esas vicisitudes se han sumado este año las elevadas temperaturas y la escasez de lluvias por lo que también localidades del norte de la provincia como Cervera de Pisuerga llevan días abasteciendo a algunas de sus pedanías con cisternas. «El año pasado hubo problemas en el mes de septiembre, pero este año se ha adelantado al mes de julio», explica el alcalde de Cervera, Jorge Ibáñez, mientras advierte que «si la montaña se queda sin agua, será síntoma de que esto es más grave de lo que parece».

Así, la escasez de agua de abastecimiento que es habitual durante los meses de agosto en muchos pueblos de la provincia debido al incremento de la población en verano se ha adelantado este año al mes de julio a causa de las olas de calor prolongadas y la sequía.

En Barruelo, el alcalde de la localidad, Cristian Delgado, decidió emitir un bando de alcaldía para «velar por que se aprovechen al máximo los recursos y asegurarnos el consumo de boca» y desde el pasado 19 de julio, y hasta nueva orden, está prohibido «el riego de jardines, llenado de piscinas, lavado de vehículos, superficies, calles, plazas privadas o similares». Además, se apela a la responsabilidad de los vecinos y de los visitantes que estos días multiplican la población y se ruega la colaboración ciudadana recordando que la ordenanza contempla multas de hasta 3.000 euros para los incumplimientos más graves.