«Compartir escenario con Ana Belén es un honor y una garantía de calidad y éxito»

–Una historia de amor, aunque tenga más de más de 400 años, siempre es eterna…

­–Sí, y la de Romeo y Julieta es la historia de amor por antonomasia, son los dos amantes que prefieren morir juntos que vivir separados. Es un guiño al amor eterno, al amor en su plenitud y en esta obra queda flotando en el aire la pregunta: ¿qué pasa con el amor cuando ya no depende de las hormonas o de la belleza física? No sé si el amor tiene fecha de caducidad, pero nosotros sí.

–Seguramente se ha convertido en la envidia nacional al ser el Romeo de Ana Belén...

–Posiblemente, sí. Es la primera vez que trabajamos juntos en el teatro y tampoco habíamos coincidido nunca en ninguna película o serie. Nos conocíamos porque yo he trabajado con su hijo David San José en varias producciones en las que él ejercía como director musical y también porque yo he ido a verla al teatro en varias ocasiones y ella ha ido a verme a mí.

–¿Qué se siente al compartir escenario con una de las actrices y cantantes más admiradas y deseadas de España?

–El respeto hacia ella está ahí siempre y, al principio, me resultaba muy comprometido el momento de la función en el que me toca cantar una canción porque cantar no es uno de mis territorios de seguridad y me imponía hacerlo estando ella en el escenario. Pero Ana Belén, que en la obra canta dos o tres canciones, me dio mucha confianza y me ayudó mucho. Como compañera es estupenda y muy cariñosa, ahora ya es amiga y, por supuesto, es una gran profesional.

–Todos conocemos esta tragedia… ¿Qué aporta esta versión dirigida por Rafael Sánchez?

–No es una recreación de Romeo y Julieta. Partimos de la premisa de que ambos se despiertan siendo dos personas mayores; ella cree que tiene 13 años y él no se acuerda absolutamente de nada, lo que desencadena situaciones muy cómicas y, también, emotivas. Es una función que contiene muchos 'gags', se cuenta desde una perspectiva contemporánea y cuenta con música en directo, como si tuviera banda sonora, lo que da un plus a la obra. Están Irene Rouco, una virtuosa del chelo que también actúa; David San José, que, además de ser el director musical, toca el piano y encarna a un personaje; y José Luis Torrijo, que, además de representar varios papeles, canta, toca la guitarra y la percusión. Al público le gusta mucho la función, le parece original y divertida, aunque también tiene pinceladas dramáticas. La verdad es que estamos llenando todos los sitios.

–¿Qué fue determinante a la hora de aceptar el papel y sustituir a José Luis Gómez?

–Que me llamara Ana por teléfono para proponérmelo ya fue bastante determinante, ya que trabajar con ella es un gran honor, un privilegio y una garantía de calidad y de éxito de la función y de la gira. Y se trataba de sustituir a José Luis Gómez, que es toda una institución en la profesión, y eso comporta más honor. Yo tuve la ventaja de ver los ensayos y de acordar con la productora, el director y la propia Ana que yo iba a aportar mi versión de Romeo; no podía interpretar el mismo papel de José Luis. Y, al final, no me ha supuesto un gran desafío porque me han facilitado mucho las cosas.

–Es un corredor de fondo en la interpretación. ¿Qué le ha reportado Romeo a nivel profesional y personal?

–Todos los trabajos te reportan algo, uno no deja de aprender. Esta función me ha reportado una sensación de facilidad, algo que siempre deseamos todos los actores. Y eso lo he sentido más que en otras funciones.

–En Palencia aterriza con la representación este viernes. ¿Conoce la ciudad?

–La verdad es que no la conozco mucho. He estado por trabajo, pero llegas un día y, al siguiente, vas a otra ciudad y tienes muy poco tiempo para conocer los sitios.

–Además de trabajar de forma regular en el teatro, usted ha hecho carrera en televisión y ha intervenido en películas. Descubra las bondades de cada uno de estos medios...

–Yo he trabajado más en teatro, que es donde el actor mantiene un encuentro directo con los espectadores. De la televisión me quedo con algo que, por un lado, es un hándicap y, por otro, una ventaja: el trabajo rápido. Una serie de muchos capítulos te da un entrenamiento constante, como si fuera un gimnasio interpretativo audiovisual, y, al mismo tiempo, relajación y facilidad en los rodajes. En el cine es donde menos he trabajado, aunque espero hacerlo más en el futuro, y la ventaja es que se elaboran de una forma más exhaustiva y profunda los personajes.

–¿Le veremos pronto en alguna serie o película?

–Una vez que finalice la gira, empezaré a rodar para una plataforma digital la serie 'Celeste', protagonizada por Carmen Machi y en la que interpreto a un personaje corto.

–En 2022 fue elegido mejor actor secundario por la Unión de Actores por su trabajo en la obra teatral 'El bar que se tragó a todos los españoles'...

–Fue un premio a los nueve personajes que interpreto en la función, aunque creo que también me lo dieron por los noventa personajes que he interpretado a lo largo de mi trayectoria. Un galardón que reconoce tu trabajo siempre es muy bien recibido y, doblemente, si así lo determinan tus propios compañeros de profesión.

–¿El acento extremeño le sale de forma natural en casa o ya lo ha perdido?

–En casa, no, pero cuando estoy con mi madre, que se volvió al pueblo después de vivir mucho tiempo en Madrid, se me pega y me sale.