El comercio de Palencia quiere afianzar a los clientes en los dos últimos meses del año

El pequeño comercio, como todos los sectores de cara al público, ha sufrido el azote de la pandemia desde el principio, desde las eternas semanas de confinamiento y desde las medidas de seguridad que se incrementaban con las distintas olas de covid. Poco a poco, con mucho esfuerzo, se comienza a ver la luz al final del túnel, demasiado largo y oscuro. «Es un sector muy amplio, pero en general sí que se está empezando una recuperación. Hay una motivación y una mayor sensibilidad de la gente al consumo local y lo importante que es para su ciudad», afirma María José López, presidenta de Palencia Abierta. Esta asociación, junto con CEOE Palencia, Cámara de Comercio, Fecopa y todos los grupos políticos –a excepción de Ganemos, que no acudió a la reunión– dieron su beneplácito.

«Todas estas medidas ayudan y todas van sumando. Si hubiera una acción mágica para conseguirlo, la haríamos, pero eso es imposible, así que vamos con estas pequeñas cosas», argumenta López. La primera edición de Cuenta Consumo Palencia fue un éxito, que se desarrolló en cinco fases. La primera fue muy lenta, todo era nuevo y los clientes eran precavidos, y las últimas, cuando ya se conocía el funcionamiento, corrieron como la pólvora. En total, participaron 7.124 compradores, que gastaron 728.960 euros, mientras que el Ayuntamiento hizo una inversión de 200.000 euros.

«Han ayudado mucho porque cuando una persona se descargaba los bonos consumo, sí o sí se iba a gastar el dinero en el comercio de Palencia», señala la presidenta de Palencia Abierta. Esta campaña, que ya existía en otras ciudades, se estudió y se analizó en profundidad por la cantidad de dinero que se invertía y porque podía suponer un pulmón de aire fresco para el comercio local.

La segunda edición arrancará el próximo mes, en noviembre, ya que junto con febrero son los meses más difíciles para las ventas de todo el año. «En noviembre la gente mira más que compra y se pretende reactivar la economía durante ese mes y afianzar a los compradores», agrega María José López.

A pesar de la dificultad inicial, al menos para los clientes menos habituados a las nuevas tecnologías, de tener que instalar una aplicación y recargar el monedero de la misma, solo una persona pidió los bonos físicos. Se crearon para no discriminar a nadie, pero todo el mundo aprendió –los propios comerciantes explicaban cómo usarla– a utilizar la Cuenta Consumo Palencia.

El famoso Black Friday, que ya se ha convertido en un clásico del último viernes de noviembre, también aterrizará en la capital palentina rebautizado como 'Showppping Day', con importantes descuentos. El motivo de que sea 'day' y no 'night' como en junio –cuando se organiza la 'Showpping Night'– no es otro que el frío, por lo que las ventas se realizan por el día y no durante la noche, cuando el termómetro cae.

Los datos de la pandemia, con un ritmo de contagios tan bajo tras la vacunación, dan pie a la esperanza. Y esta se traduce en alegría de los clientes, en las ganas de recuperar la vida de antes. «Se nota en la actitud, pero no podemos bajar la guardia. Tenemos que seguir con responsabilidad. Ya hemos comprobado que las cosas mejoran cuando nos comportamos muy bien», asegura María José López.

Un habitual ya en el comercio palentino es 'Un día entre 10.000'. «Es un clásico de las fechas navideñas, que siempre obtiene un grado alto de participación», advierte Revilla. Esta campaña es de agradecimiento a los palentinos, ya que se les entrega la papeleta tras haber hecho la compra. «Es importante que seamos muchos los comercios para poder dar un premio tan importante y tener la capacidad económica», afirma María José López. ¿Quién no quiere poder gastar un premio de miles de euros en un solo día?

Y como colofón a las propuestas para fomentar las ventas del consumo local en los últimos meses del año vuelve el concurso de escaparates navideños, «que contribuye a que la ciudad presente su mejor imagen en unas fechas tan señaladas», reconoce el edil de Desarrollo Económico. Y una mejor imagen, con luces y decoración al otro lado de la luna de las tiendas, siempre da pie a consumir más. En definitiva, a reactivar la economía local en una época tan señalada.