Cinco claves de la crisis de Siro

Entre los meses de enero y septiembre de 2021, Cerealto Siro vende sus fábricas de Briviesca y Medina del Campo y estudia una salida a su complicada situación financiera mediante la búsqueda de un socio inversor. La deuda bancaria de Siro asciende a 300 millones de euros y el modelo de negocio de dependencia de un cliente predominante, Mercadona, termina por volverse en contra de la empresa. Gullón contempla la compra pero lo descarta por cuestión de competencia.

En marzo de 2022, el fundador de Cerealto Siro, Juan Manuel González Serna anuncia la venta de la mayoría de la empresa a los fondos de inversión internacionales Afendis y Davidson Kempner, que aportarán 180 millones de euros para controlar el 75% de la empresa y asumir la deuda, tras negociar una quita del 70%. Para cerrar la operación, los inversores exigen la aprobación por parte de la plantilla de un plan de competitividad que incluye rebajas salariales.

En mayo, la plantilla de la planta de galletas de Venta de Baños vota 'no' al plan y Siro replica con el anuncio de cierre en un plazo de dos años, con traslado o despido de sus 197 trabajadores. La empresa alega que el rechazo al plan imposibilita la venta a los inversores y acusa a la plantilla de tener un coste salarial un 29% superior al resto y un nivel de absentismo triple. El mes concluye sin que la empresa pague la nómina a los trabajadores.

El 1 de junio, con una gran mayoría, la fábrica de Toro muestra también su rechazo al plan de ajuste que contemplaba, en el caso particular de dicha planta, una rebaja salarial del 2%, además de la creación de una nueva escala salarial para las futuras contrataciones. Aguilar de Campoo se queda como única sede donde el plan recibió el visto bueno de la asamblea de trabajadores. El día 3, Siro anuncia que paraliza la producción de todas sus plantas al no poder seguir acumulando deudas con los proveedores y haberse retirado la oferta del grupo inversor.

Mientras la Junta se reúne con el dueño de Siro, con los alcaldes de las localidades donde están las fábricas y con los miembros del comité de empresa, el Gobierno lo hace con los fondos de inversión para pedirles que mejoren las condiciones del plan. En la madrugada del viernes, los comités de Siro llegan a un principio de acuerdo con el grupo inversor auspiciado por la ministra de Industria, que mejora el plan de ajuste anterior. Reyes Maroto anuncia que además de la inyección para la compra, los fondos se comprometen a invertir 100 millones en un plan industrial. Los trabajadores de Toro y Venta de Baños votan en la jornada de hoy.