El barrio del Cristo presume de singularidad y critica a Adif en el inicio de sus fiestas

Para un hombre que persigue con sus acciones deportivas solidarias la mejora de la calidad de vida de algunos enfermos fue el Cristo de la Alegría. El ultrafondista David Ontaneda, que ha protagonizado gestas deportivas en solitario para recaudar fondos contra el cáncer o para ayudar a enfermos de corazón, recibió el Cristo de la Alegría, y expresó el agradecimiento, a la vez' que aplaudió «la labor de mucha gente que hay detrás para intentar que otros que tienen una vida más compleja la puedan tener más fácil».

El Cristo de la Tristeza fue por segundo año consecutivo para Adif, «que con su marchamo de gran empresa nacional cree que pueden llegar a nuestras ciudades y hacer lo que quieran», dijo el presidente de la asociación de vecinos con críticas hacia la obra del salto del carnero. «No es que quieran dividir la ciudad en dos, sino en tres, y estamos cansados ya de tanto abuso», dijo. Sin embargo, ningún representante del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias acudió para recoger el galardón, una estatuilla que es una reproducción del Cristo del Otero. «Ya tienen dos premios esperando, se les van a acumular», espetó Pedro Arenillas antes de gritar «abrid los brazos, abrid bien el corazón, y vivid estos días como solo los palentinos sabemos hacerlo, con respeto, con alegría y con orgullo. ¡Viva el Cristo del Otero! ¡Viva! ¡Y viva Palencia! ¡Viva!», dijo.

Las fiestas del barrio del Cristo continúan durante toda la semana hasta la gran cita del próximo domingo, la pedrea del pan y el quesillo. Declarada fiesta de interés turístico regional en 2005, rememora el apedreamiento de Santo Toribio por predicar contra la herejía priscilianista. Según la leyenda, tras el ataque, la ciudad sufrió una serie de inundaciones que se interpretaron como castigo divino, lo que llevó a los palentinos a honrar al santo. Desde entonces, la tradicional pedrea simboliza aquel episodio histórico. Este próximo domingo se lanzarán desde el balcón de la ermita de un total de 4.000 bolsas de estos manjares, a las que habrá que sumar otras 3.500 que la Asociación de Vecinos repartirá y venderá en la caseta al precio de 1,5 euros y las 1.500 que ya se han entregado a los centros escolares que las han solicitado, es decir un total de 9.000 bolsas.

La fiesta aspira a lograr la categoría de interés turístico nacional, para lo que la alcaldesa, Miriam Andrés recordó que el desarrollo del proyecto en el Cerro del Otero está directamente ligado a esta aspiración.