El barrio del Cristo de Palencia recupera sus fiestas con «emoción, pertenencia e identidad»

Dos años han tenido que pasar para que los vecinos del Cristo puedan volver a disfrutar de una de las fiestas más emblemáticas de la capital, las de Santo Toribio. Alrededor de un centenar de personas se han dado cita este domingo junto al solar del Camino de Santa Eufemia para disfrutar del pregón que dio inicio a los festejos, que se prolongarán durante toda la semana hasta que el próximo domingo regrese la tradicional pedrea del pan y el quesillo a los pies del Cristo del Otero. Una jornada la de este domingo en la que los vecinos homenajearon con el Cristo de la Alegría a Gloria García, 'Glori', quien desde hace 60 años y hasta hace unos meses regentaba La Tienda de Glori.

Unos bailes tradicionales al ritmo de la dulzaina precedieron al pregón de Anastasio González, 'Tasio', párroco de la iglesia de San Ignacio y Santa Inés desde hace veinte años y vicario general de la Diócesis de Palencia. Antes, el presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio del Cristo, Guillermo Barrios, criticó que el acto no se pudiese celebrar en mejores circunstancias. «Nos hubiese gustado recibirles en un sitio más acorde a la importancia de este barrio y de esta fiesta y no junto a este solar, de propiedad municipal, más parecido a una jungla que a un sitio acorde con la fiesta», explicaba. «Esto es una muestra del estado lamentable en el que nos encontramos y en el que tenemos nuestro barrio», añadía. Una fiesta que vuelve a vestir de gala las calles del barrio y donde se han implicado todos los colectivos, a los que no se ha pedido colaboración económica como en años anteriores. «No nos ha parecido ético, como apoyo a la hostelería y el comercio del barrio», afirmaba Barrios.

«Han sido dos años de ausencia y las pañoletas han tenido un vacío porque del 2020 y del 2021 no hubo pañoleta estampada con la figura del Cristo, pero en ese suceder de la historia de las pañoletas no habría que perder estos dos años», afirmaba en el comienzo de su pregón Anastasio González. Tras veinte años como párroco en el barrio, 'Tasio', recordaba sus primeros días tras su llegada desde Madrid. «Ya se sabe que, de Madrid, al cielo», reconocía entre los aplausos del público. «Lo primero que aprendí aquí es que ser del Cristo es emoción, sentimiento, pertenencia e identidad. Aquí no se vive, aquí se es. El barrio del Cristo se ha hecho a sí mismo a base de reivindicación, trabajo comunitario, organización colectiva y vecindad. Desde que llegó la democracia se ha escuchado en muchas esquinas de este barrio que había que bajar a la Plaza Mayor. Ese bajar era una declaración reivindicativa de mejoras para el barrio y sus vecinos. Se ha ido pasando de unas calles llenas de barro y sin alcantarillado a unas calles más ajardinadas y verdes», apuntó 'Tasio', que no quiso olvidarse en su intervención de las mujeres del barrio.

«Tuvieron un lugar importante en la implicación en el trabajo comunitario. Eran voluntarias cuando no se hablaba todavía de voluntariado. Su implicación es inspiración para la identidad de este barrio», señalaba.

«Vuelve Santo Toribio y vuelve la romería. Vuelve la pedrea con el pan y el quesillo, memoria suavizada de otras pedreas. Pedreas de intransigencia que ojalá no se den en nuestra historia», añadía. Pero esa intransigencia, la que ha generado tantas veces las guerras, está más presente que nunca con la invasión rusa de Ucrania. Un mensaje que también aparecía durante el discurso del párroco. «Bendita normalidad que nos llena de alegría, pero que ahora sentimos quebrada por las bombas cercanas de Ucrania. El sol de nuevo oscurecido por la niebla de la violencia. En todo y a pesar de todo, soñemos con un mañana mejor», anhelaba Tasio, que concluía su discurso con que las fiestas de Santo Toribio pertenecen «al alma del barrio y sirven de reencuentro para las familias y amigos en torno a limonadas y caracoles».

El presidente de la Asociación de Vecinos del Cristo, Guillermo Barrios, explicó por su parte por qué han decidido dejar vacante el Cristo de la Tristeza. «No hemos podido hacer la 'chorizada' donde se hacía habitualmente por el mal estado del solar municipal y por el estado en el que se encuentra todo el barrio. Durante los últimos años, cuando se les entregaba este Cristo, se les cedían unos minutos que utilizaban lucirse y anunciar inversiones, ayudas y mejoras que no llegaban. Han sido muchas bofetadas y por eso hemos querido dejarlo desierto, entendiendo que hubiese sido para ellos», señaló Guillermo Barrios.

«Este año, la pedrea del pan y el quesillo va a ser, si el tiempo no lo impide, como todos los años. El Ayuntamiento tiene varios miles de bolsas y tanto el viernes y el sábado se podrán disfrutar de las verbenas. Esperemos que el tiempo acompañe. Recibiremos con los brazos abiertos a todos aquellos que quieran acompañarnos», concluyó el presidente de la asociación.

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