El abandono de mascotas no cesa desde el fin de la pandemia y aumenta en verano

«Nosotros abrimos a las nueve de la mañana, pero yo intento llegar un poco antes para ir paseando a los animales. Además, contamos con una piscina que ha traído un voluntario para que se mojen y soporten mejor las altas temperaturas. También, tienen una especie de pañuelos que les permiten mantenerse más frescos», explicó Arancha Andrés, encargada de la protectora Scooby en la capital palentina.

La perrera cuenta con un total de 80 animales entre perros y gatos solo en Palencia. La dirección de la empresa se encuentra en Medina del Campo, desde donde coordinan los refugios de la capital vallisoletana, Zamora y Palencia. «En otras provincias sí que tenemos más animales, como burros, cerdos, caballos, patos e incluso alguna vaca que viven tranquilamente en nuestros prados», afirmó Fermín Pérez, presidente de la protectora Scooby.

Desde la protectora denuncian que «la gente no tiene sensibilidad, ya que para algunos adoptar un perro es como comprar una caja de zapatos». Son muchos animales los que aparecen abandonados y mal cuidados. «Algunos llegan en buenas condiciones, pero otros están muy delgados», aseguró Andrés.

«No existe concienciación, los animales son una parte más de la familia, ellos también sienten que les abandonan», aclaró Pérez, que además recordó que «desde que acabó la pandemia, los abandonos aumentaron notablemente; la gente ya no quiere tener mascotas en casa». Y esta desgracia se incrementa cada verano.

«Los perros aparecen abandonados en cualquier parte, hace mucho que no ocurre, pero los han llegado a dejar atados al lado de la perrera», afirmó la responsable de la protectora palentina. Cuando aparece un perro abandonado, los primeros en acudir deben ser los responsables de Medio Ambiente. Después, es el turno de la Policía Local que trata, a través del chip del perro, de localizar a su dueño. En el caso de no encontrarle, le llevan a la protectora hasta que aparezca.

«Si el peludo no lleva chip, somos nosotros los que se lo ponemos y le mantenemos hasta que otra persona lo adopte. Con los gatos es diferente porque al no tener chip, la Policía nos llama directamente», expuso la responsable de Scooby en la capital palentina.

En el refugio de Palencia solo trabaja Arancha Andrés, pero cuenta con el apoyo de muchos voluntarios, que se suman a la causa perruna. «Hay una chica que coordina al resto de ayudantes; algunos vienen casi todos los días y otros solo los fines de semana porque dependen de sus trabajos o estudios. Pero, lo que es indudable es que su ayuda es fundamental para que las mascotas tengan los cuidados que merecen», aseveró Andrés.

«Lo primero que hago cuando llego al trabajo es revisar que los animales estén bien. Después, les doy de comer, algunos necesitan pienso y dieta blanda porque comen mal, otros consumen pienso urinary porque tienen problemas en el riñón. Además, los bebederos siempre deben estar llenos de agua. Asimismo, todos los días limpiamos tanto a los perros como a los gatos», detalló la responsable de Scooby.

Por otro lado, los voluntarios se encargan de sacar de paseo a las mascotas y de recoger muchas comidas.

Desde la protectora recuerdan que «nunca se daría un animal peligroso en adopción, pues son muchos los que tienen miedo a los PPP, es decir, perros potencialmente peligrosos. Pero en realidad suele depender del dueño de la mascota y los estereotipos también les perjudican».

Además, las personas que visitan la protectora pueden dar un paseo con los animales para conocerlos un poco más. «Es muy importante que el futuro dueño y el perro logren conectar. En más de una ocasión, ha venido una persona devolviendo el perro que había adoptado hacía unas semanas porque ya no lo quería», explicó Arancha Andrés.

La protectora Scooby se financia principalmente a través de donaciones, socios y venta de merchandising. «También, supone una parte importante la cantidad que aportan los ayuntamientos de las determinadas ciudades en las que tenemos refugios», añadió Fermín Pérez.

Son 36 años los que lleva la protectora acogiendo a los animales que otros abandonan. Fue en 1987, cuando varias mujeres de Medina del Campo decidieron crear la iniciativa ante la cantidad de perros desamparados que había. Desde entonces, Scooby intenta dar solución a un problema que persiste ante la falta de concienciación de parte de la sociedad. En Palencia lleva ya más de ocho años como centro de acogida para animales abandonados de la ciudad de Palencia.