Pedro Mozos renace
El pintor palentino, que nació hace cien años, es una destacada figura en el panorama madrileño desde la posguerra hasta la segunda mitad del siglo XX
Fernando Caballero
Sábado, 21 de febrero 2015, 13:36
El centenario del nacimiento de Pedro Mozos, que nació el 22 de febrero de 1915, debe servir, como suele ocurrir en estas efemérides, para valorar la obra pictórica de este artista, natural de Herrera de Valdecañas. A los 4 años, y huérfano de padre, se marchó con su familia y hermanos a Madrid, al barrio de Vallecas. Cuando era adolescente, desempeñó oficios varios, como recadero, ayudante de un ciego o afinador de pianos.
De formación autodidacta, Mozos frecuentó, sin embargo, algunnas escuelas como alumno libre, donde puso de manifiesto sus buenas cualidades para el dibujo y la pintura. Cuando Mozos tenía 16 años, el pintor Julio Moisés (Tortosa, Tarragona, 1988-Suances, Cantabria, 1968), de formación academicista y caracterizado por los retratos femeninos costumbristas y folclóricos, le descubrió y le presentó al gran pintor Ignacio Zuloaga (Eibar, Guipozcoa, 1870-Madrid, 1945), también conocido por sus cuadros costumbristas y retratos, que apadrinó la primera exposición del palentino en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1933. Fue su primer gran éxito. Tenía 17 años y se reveló con grandes dotes para el dibujo y la pintura. Dos años después logra su primera beca de pintura, concedida por la Fundación Conde de Cartagena, de Madrid, para cursar estudios en Francia, Italia y Marruecos.
A partir de ahí se suceden exposiciones individuales y colectivas, premios y otras becas, que le convirtieron en uno de los pintores más reputados del siglo XX.
Ganó en 1950 la oposición de profesor de Término de Dibujo Artístico en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Madrid, y en 1964 la cátedra de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, puesto que ejerció hasta su fallecimiento, que se produjo durante una estancia en Palma de Mallorca el 14 de septiembre de 1982.
En varias ediciones de la Exposición de Bellas Artes ganó varias medallas en las categorías de Pintura y de Dibujo, y en 1975 mereció el Premio de Pintura y Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes.
Pedro Mozos se integró en la Escuela de Madrid, denominada así por el marchante y librero Karl Buchholz y el crítico de arte Manuel Sánchez Camargo, a raíz de la exposición colectiva que protagonizaron un grupo de pintores en la Galería Buchholz de Madrid en 1945.
Pedro Mozos ha sido objeto de un estudio monográfico por parte de María José Landete (Madrid, 1952), licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y especializada en historia, arte y comercio artístico. Fruto de su trabajo es el estudio sobre Pedro Mozos, en el que ha localizado documentación y recopilado datos absolutamente inéditos. «Hasta que no se ha investigado, no se conocía nada de interés sobre la figura tanto artística como humana de Pedro Mozos. Hace 32 años que murió el pintor y nadie ha tenido, en tan largo período, interés en él. Ahora se sabe cuál fue su vida», señala Landete.
Tras conocer muchos datos sobre su vida y su obra, la autora del estudio asegura que ha escuchado, fundamentalmente en Palencia, «algunas opiniones sobre Pedro Mozos que, después de indagar en su vida, no le hacen justicia, pero es que, además, podrían calificarse de lo que antes se decía cotilleos de portería y ahora, telebasura», asegura.
María José Landete destaca del pintor primero su gran formación. «Trabajó con tesón, con intensidad, sin descanso, para aprender. Y lo logró. Estudió a los clásicos desde que era un niño, y esto siempre se percibió en su pintura. Por ello, fue un gran dibujante, y también lo fue como pintor», explica. En segundo lugar, destaca su «enorme personalidad». «En un artista, es la mejor de las cualidades», apostilla.
Pedro Mozos no pasó desapercibido. Fue un pintor reconocido en Madrid. «Formó parte del grupo de los pintores destacados desde la posguerra hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX. Estuvo presente en numerosas exposiciones junto a los nombres más importantes, que fueron no solo sus compañeros, sino también sus amigos. Por otra parte, y esto es muy importante, participó numerosas veces en la Bienal de Venecia y, sobre todo, en las Exposiciones Nacionales», relata María José Landete. La biógrafa añade que «actualmente su figura, como la de casi todos los artistas de aquel momento, no merecen demasiada atención, pero en Madrid sigue siendo un pintor conocido por galeristas y gente del mundo artístico». En 2005, la madrileña galería de la palentina Ángeles Penche le dedicó una exposición que permitió mantener viva la memoria de este pintor.
También está reconocido en Palencia. «Es difícil, ya que hay personas que le conocen y le admiran. Pero hay otros que piensan que es un tercera fila. Estos últimos creo que lo dicen más por desconocimiento, ya que Pedro Mozos ha sido el pintor más galardonado de Castilla, no solo de Palencia, en las Exposiciones Nacionales, que entonces y durante más de un siglo fueron las que marcaron la relevancia de los artistas españoles. También es cierto que no fue Picasso, pero es que primeras figuras en el mundo del arte bien sabemos que han sido muy pocas. Se cuentan con los dedos de una mano. Por otra parte, Pedro Mozos, ciñéndonos a Palencia, es el más importante de los pintores palentinos del pasado siglo», según le define María José Landete.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.