Kilómetros por sonrisas
El exboxeador palentino José María Ibáñez Arenas ayuda a recaudar dinero para los niños con síndrome de Down
SAMUEL GARCÍA GIL
Sábado, 24 de enero 2015, 21:58
«Andaré 500 millas, y andaré otras 500 más, tan solo para ser el hombre que anduvo 1.000 millas para llegar a tu puerta». Esto cantaban The Proclaimers en 1988, y aunque con una distancia mucho menor a los 1.600 kilómetros que decían transitar los gemelos británicos, no fue menos meritoria la carrera solidaria que el exboxeador palentino José María Ibáñez Arenas corrió en la mañana de este sábado. Nada menos que 60 kilómetros entre Osorno y Palencia, con un fin menos romántico que el de la canción pero más solidario: recaudar fondos para la Asociación Síndrome de Down de Palencia (Asdopa).
La jornada comenzó para el expúgil a las 7:00 horas, y le llevó por los municipios de Frómista, Piña de Campos, Amusco, Monzón de Campos, Fuentes de Valdepero y Villalobón. No faltaron tampoco ánimos de los vecinos palentinos al ver pasar a Arenas, ni corredores o ciclistas que se animasen a completar una parte del recorrido con el exboxeador, que terminó puntual, a las 13:45 horas, clavando el tiempo previsto con su entrada en la Plaza Mayor de la capital, donde le esperaban cerca de un centenar de personas que le recibieron con una gran ovación.
Minutos después de su llegada, Arenas comentaba que se había sentido «superbien, he acabado mejor de lo que esperaba, con un ritmo constante durante todo el recorrido», aunque admitía haber tenido «un par de bajoncillos, pero era consciente de que tenía un buen entrenamiento hecho y el resultado ha salido porque he venido bien». De la preparación que ha tenido el expúgil palentino para esta carrera sabe bien su entrenador, Pedro José Sancho. «Hemos cambiado el entrenamiento que antes teníamos un día sí, un día no, por entrenar todos los días», relataba Sancho, que ha querido poner el acento en «los niños, que son los verdaderos protagonistas».
Y tanto. La prueba está en los niños de Asdopa que han corrido los metros finales y cuya sonrisa justificaba para Arenas todo su esfuerzo. «Mientras nos queden corazón y piernas, vamos a luchar por esta gente para sacar lo que se pueda», sostenía el exboxeador, que unos días antes de la carrera comentaba que se le saltarían las lágrimas al entrar a la meta. Esta vez, ni siquiera hizo falta esperar tanto. «Nada más encontrar a la primera persona que me ha dado la mano al entrar en Villalobón, una niña, me ha emocionado, porque son como personitas muy importantes y nunca te falta su cariño, hay que reconocerlo y ser lo más humano posible», relataba José María Ibáñez Arenas.
El apoyo de la gente se dejaba notar incluso en el entusiasmo de Arenas, quien afirmó que tuvo que aminorar su ritmo. «Muchas veces pecas de tirar demasiado fuerte, momentos en que te sientes eufórico, y ellos te frenan para recordarte que todavía queda recorrido», contaba el exboxeador palentino, quien subrayaba que, durante el recorrido, «nunca me he visto solo, y eso me reconforta».
Por su parte, la presidenta de Asdopa, Valle Laso, se mostraba satisfecha con el resultado de la iniciativa. «Ha salido todo bien, además el día ha sido estupendo y él (Arenas) también, no ha tenido que parar más que a beber», comentaba Laso, si bien el expúgil sí que paró unos minutos en las localidades de paso para hablar con las autoridades municipales, de las que han podido obtener apoyos económicos. «De entre los confirmados, tenemos a los ayuntamientos de Villalobón, con 300 euros, y de Osorno, con 150», contaba la presidenta de la Asociación Síndrome de Down que dejará de serlo este mismo año.
A estas aportaciones se sumarán las de otras entidades colaboradoras, así como a las pequeñas aportaciones de la gente que se acercó a la Plaza Mayor a degustar alguna de las 200 dosis de chocolate caliente, preparadas por la asociación, por el precio de un euro cada vaso. Y aunque Valle Laso no era capaz de hacer un cálculo aproximado de la recaudación final, se da por contenta habida cuenta del escaso tiempo de preparación de la iniciativa.
Además, Arenas ha avanzado que repetirá este mismo recorrido para una nueva carrera solidaria en beneficio de la Asociación Autismo Palencia, prevista para el próximo mes de febrero, y que le servirá de preparación para la prueba de 120 kilómetros entre Cervera y Palencia, en favor de la Asociación Española contra el Cáncer en marzo. «Esa va a sera algo más seria y sufriré algo más, así que a seguir entrenando porque todavía nos queda tiempo», concluía Arenas. A este paso, las 1.000 millas se van a quedar cortas.