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Actuación de la Coral Bella Desconocida, este lunes en la iglesia de San Miguel.

Las corales acusan el envejecimiento de las voces y la falta de medios

Los presidentes de las asociaciones reclaman más apoyo institucional para ofrecer más conciertos

Fernando Caballero

Martes, 30 de diciembre 2014, 11:36

Las corales palentinas hacen en Navidad su agosto, y no precisamente por motivos lucrativos, porque sus miembros no cobran y trabajan porque les gusta cantar esas bellas canciones que salen de sus voces, mixtas o blancas (solo de mujeres). Hacen el agosto, decimos porque en esta época ofrecen muchos conciertos, algunos organizados por las propias agrupaciones, otros por los ayuntamientos, como el de Palencia en el ciclo Música para la Navidad, que se clausura hoy en la iglesia de San Miguel con la Coral Blanca de Castilla, o por la Diputación en un programa que recorre parte de la provincia.

Un pequeño sondeo realizado con los presidentes de 17 agrupaciones de la capital y de la provincia estos grupos se organizan mediante asociaciones permite concluir que la escasez de medios se suple por la voluntad e ilusión que poseen los coralistas. La falta de jóvenes en el medio rural y el desinterés entre los que aún quedan están motivando un envejecimiento de las voces, que se hacen mayores mientras cuesta que haya renovación. 478 integrantes suman esas 17 corales. Muchos de los directivos consultados recuerdan que antes había más miembros, pero que la cifra ha ido descendiendo.

Este análisis se percibe más en el medio rural. Pilar Merino Andrés, presidenta de la coral de Becerril, dice que «ahora se han quedado tres chavalas, pero se terminarán marchando, porque encuentran trabajo o van a estudiar». Por eso, lamenta que los jóvenes no quieran formar parte del grupo.

Otra presidenta, Dolores Castrillo Tobar, de la coral de Ampudia, reconoce que los ensayos suponen mucho esfuerzo. «Lo hacemos los domingos, porque es el día que mejor nos cuadra, pero a los jóvenes no les gusta. No hay mucha afición en ellos», señala.

Falta de compromiso

De Dueñas es la Coral Castilla Vieja, cuyo presidente, Ángel Díez Díez, señala que no es tanto el problema económico, que le hay, sino la falta de compromiso de los coralistas. «Somos aficionados, ensayamos dos días a la semana durante casi todo el año y esto retrae mucho a la hora de decidirse», opina.

Carrión de los Condes cuenta con dos agrupaciones. La más veterana es la Carrionesa. Su presidenta, Ángeles Bachiller, señala que la mayor dificultad que tienen es la de reclutar voces nuevas. «Los coralistas se hacen mayores y los jóvenes son difíciles de convencer, por lo que no se renuevan las voces», explica. Ella cree que la razón es porque los jóvenes se están volcando más en las bandas de instrumentos que se han creado en los últimos años que en la música vocal.

La segunda coral es la Escolanía de Nuestra Señora de Belén, que está integrada en la Escuela de Música, cuyo presidente, Jesús Felipe Caro, insiste en animar a los niños y niñas a formar parte de esta agrupación, que viene a ser la cantera de la Coral Carrionesa.

La directora de la Coral Regina Angelorum de Grijota, Belén Cordón Pérez, asegura que la tarea más complicada es mantener el interés de los integrantes con «programaciones ilusionantes que les permita disfrutar al máximo de su actividad». Asimismo, destaca que la principal necesidad que tienen las corales es «más trabajo».

Darse a conocer

Ana María Asenjo preside la Coral Paredeña y anhela ampliar el número de voces, sobre todo masculinas y de jóvenes. Aboga por «fomentar las actividades musicales, organizando certámenes o encuentros de corales, y dando a conocer la existencia de este tipo de organizaciones, que en muchas ocasiones parecen olvidadas».

Óscar Rodríguez preside la coral Ave María de Saldaña, y opina que no es difícil mantenerse «siempre y cuando haya un mínimo apoyo económico de las instituciones locales y provinciales y un compromiso serio de los coralistas».

Las corales tienen presencia en el norte de la provincia. En Aguilar hay dos. Ronda Aguilar es la formación que canta las conocidas Marzas. Ángel Pérez, su presidente, se lamenta de la reducción del apoyo que prestaba la Diputación y del mantenimiento del del Ayuntamiento, así como de entidades privadas. «Así estamos, pero con ilusión», sentencia. El Coro Ronda Peña Aguilón subsiste gracias a la subvención del Ayuntamiento, según su presidenta, Carmen Jesús Peña.

En Barruelo de Santullán hay también dos grupos. Uno de ellos es el Coro Ronda Viento del Norte, cuyo director, Jesús Rafael Pérez García, asegura tener presupuesto cero «El Ayuntamiento no ha apostado por nuestro grupo ni un euro», asevera, pero cuenta con el «material humano, la buena voluntad». El otro grupo es Coro Rubagón. Su presidente, Jorge del Nozal, pide apoyo a los vecinos «valorando el esfuerzo de los componentes y que el nombre de Barruelo quede prestigiado por donde vamos».

Acacio Hompanera Escanciano preside la coral La Reana de Velilla del Río Carrión, y reclama «un profesor de canto, ya que hemos llegado a un nivel de interpretación que será difícil de superar si no hay una enseñanza sobre vocalización, posición o respiración». «De no recibir esta ayuda, estaremos obligados a contratarla por nuestra cuenta este año como lo hicimos ya otra vez», apostilla.

Pilar Delgado Ramos preside la coral de Cervera de Pisuerga e insiste en que las voces escasean en el medio rural. Además, «hay poco compromiso a a participar en un grupo musical coral», agrega. Reconoce el apoyo de su ayuntamiento y de la Diputación, «pero en estos tiempos en que la contratación privada ha bajado mucho, ese apoyo institucional se queda corto para la supervivencia».

Escaso apoyo

Las tres corales de la capital consultadas no acusan tanto el problema de la renovación. Se quejan más del escaso apoyo de las instituciones, como asegura Francisco Javier Martín, director de la Coral Blanca de Castilla. «Ahora en Navidad sí que ofrecemos conciertos, pero el resto del año no». No obstante, señala que se mantiene con las cuotas, las bodas y los pocos conciertos.

La Camerata Vocal Bella Desconocida ha iniciado una nueva etapa con voces blancas. Cristina Fernández Calleja, su presidenta, señala como dificultad «la falta de promoción de la música para voces blancas, un género con escasa difusión en España».

Por último, Manuel Escudero Padierna, presidente de la Coral Vaccea, mantiene que una agrupación amateur exige un nivel de compromiso grande, y en nuestra región no hay una gran tradición». Asimismo, señala que la mejor manera de apoyar a una coral es integrarse como miembro activo. «No es necesario ser un divo. Con buen oído y una voz aceptable es suficiente», concluye.

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