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José María Nieto Vigil.

Nieto Vigil: «Tras la desaparición de Vox en Palencia, el votante de derechas queda huérfano»

El profesor y excoordinador provincial de Vox lamenta que las muestras de cariño que ha recibido la formación no se han traducido en apoyo, lo que ha impedido el desarrollo del partido

José María Díaz Díaz

Sábado, 15 de noviembre 2014, 13:06

El partido Vox desaparece en Palencia. El profesor de Secundaria José María Nieto Vigil lo sostenía con su esfuerzo, con el objetivo de formar una alternativa política seria, a la derecha del PP. Tras seis meses de trabajo casi en solitario, sin encontrar apoyos, Nieto Vigil abandona el proyecto y con él desaparece la organización en Palencia.

Seis meses después de haber nacido, cuando parecía que el proyecto podía consolidarse, de repente, usted anuncia su baja en Vox y la desaparición del partido en Palencia. ¿Se debe a las convulsiones internas en la dirección nacional del partido o a una decisión personal?

Lo primero que quiero dejar claro es que en Palencia atravesábamos un momento dulce. Teníamos la posibilidad de configurar una candidatura en la capital, percibíamos en la calle una intención de voto que nos situaba en la posibilidad de conseguir un concejal, eso es así. Y teníamos muchas manifestaciones de apoyo y simpatías, pero, sin embargo, eso no se traducía en hechos. No podemos esperar a que el día de las elecciones se deposite el voto en la urna. Se necesita activismo, trabajo, pisar la provincia, acercarse a las personas. Y eso requiere compromiso.

¿Pero ese compromiso no llegaba desde la sociedad palentina o desde la dirección del partido?

En principio, de los ciudadanos que nos mostraban su simpatía, pero tampoco de los propios afiliados. Tenemos afiliados que trabajan en las administraciones públicas que no han querido salir a la luz, dar ese paso de querer asumir responsabilidades en la organización que hubieran sido necesarias para que Vox hubiera podido tener una vida. Y ahí ha estado nuestra debilidad. Porque no ha habido ningún tipo de desavenencia interna ni enfrentamientos con la organización nacional, que siempre nos ha respaldado.

Fue muy duro no conseguir el escaño en las europeas...

Mucho. No lo conseguimos por dos mil votos. Y tras aquello, hubo un cierto desánimo, aunque fue pasajero y se fue recuperando la ilusión, pero a nivel nacional, el escenario ha cambiado, con cambios de dirigentes...

La salida de Vidal-Quadras o Seguí, las acusaciones de lucro, las luchas personalistas minan mucho al militante de base...

Ha repercutido mucho. Se estaban elaborando los estatutos y cuando llegamos a la asamblea general de junio, el ambiente ya estaba enrarecido y afeó mucho la que podía ser nuestra puesta en escena de un proyecto político. Yo quedé muy decepcionado, sobre todo con la marcha de Alejo Vidal-Quadras, que para mí era un activo fundamental para el partido, pero también con las acusaciones cruzadas entre dirigentes. Mi actuación como coordinador provincia fue la de guardar un discreto silencio, con el fin de que todo ese problema nacional no tuviera repercusión en Palencia. Aquí hemos mantenido una unidad y un entusiasmo a pesar de que a los afiliados no les gustaba nada la situación.

¿Y esto les habrá hecho perder algunos afiliados?

Eso es. De junio a octubre, hasta que llegó la segunda asamblea general, muchos afiliados esperaron a ver cómo se desarrollaban los acontecimientos, y durante todo el verano hubo más de lo mismo. Y aquella segunda asamblea también se realizó en un ambiente enrarecido. Nosotros creíamos en Vox como proyecto de regeneración de la derecha política española, por encima de las personas, pero los intérpretes de ese cambio no han estado a la altura, han actuado de una forma que a algunos no nos ha convencido.

Demasiado trabajo para uno solo

Y al final se ha dado de baja...

A mí en Palencia, mi responsabilidad me ha llevado a agotar los plazos. Teníamos octubre para comenzar a constituir los comités ejecutivos en las provincias. Yo había manifestado a los afiliados mi deseo de no seguir como coordinador provincial, pese al apoyo de Madrid, e incluso de la calle. Pero agotado octubre, ante la ausencia de un relevo, yo decido abandonar Vox y dejar el paso libre a quien quiera asumir esa responsabilidad. Porque este proyecto no puede llevarse a cabo sin apoyos, sin financiación. No puede ser que una sola persona, en este caso yo, asuma todas las responsabilidades, sea el que asuma todos los riesgos y todos los gastos. Evidentemente, esto no es forma de trabajar.

¿En estos seis meses al frente de Vox en Palencia se ha sentido presionado o amenazado?

A título personal, no. Pero sí tengo que ser muy claro. Hemos tenido afiliados a Vox que son funcionarios en administraciones que han tenido problemas por haberse identificado con Vox. Hemos tenido contacto con concejales y alcaldes que estaban dispuestos a llegar a acuerdos con nosotros, pero no se han atrevido a dar ese paso de salir de su formación política. He percibido no sé si miedo, pero sí mucho respeto a ese cambio político, por si les pudiera conllevar algún tipo de desencuentro.

Por sus palabras parece que la provincia es una especie de cortijo controlado por el PP...

Me atrevería a decir que sí. Lo digo abiertamente. Se me ha llegado a decir que nuestro proyecto gusta, que incluso nos han votado, pero que al depender de alguna subvención para sacar adelante alguna cosa, hay una situación de temor y respeto a dar la cara. Esta es una de las grandes dificultades con las que me he encontrado. Temor a que les convocásemos a algún acto público, porque a uno de nuestros afiliados se le ha perjudicado en su trabajo en una administración. No digo que haya una persecución, pero sí una situación incómoda para los afiliados que están en instituciones gobernadas por un partido concreto.

¿Tras su marcha, queda organización de Vox en Palencia?

La organización ha quedado totalmente desestructurada, desaparece. Quedan algunos afiliados, a ver cómo procede la organización a nivel nacional. Los estatutos indican que podría crearse una gestora, pero me consta que eso va a ser imposible. Los afiliados de Palencia me ofrecieron todo su apoyo, por lo que no hay nadie que quiera dar el relevo.

¿Los simpatizantes de Vox pueden ahora en Palencia encontrar unas siglas que representen los principios que defienden?

Yo quiero ser muy claro. Vox es un partido de derechas, nunca nos hemos arrugado a la hora de reconocerlo públicamente. Y en estos momentos en España no hay un partido de derechas. El Partido Popular no es un partido de derechas. Puede ser cualquier otra cosa, pero el votante de la derecha en Palencia se encuentra en estos momentos huérfano.

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