Porque yo lo valgo
El enchufismo, la endogamia y sus derivados son moneda española corriente, porque somos tan enternecedoramente 'familiares' que anhelamos tener cerca a varios de los nuestros
La meritocracia es el mejor sistema para que una organización (no importa su naturaleza) prevalezca sobre otras. Incluso en los organismos públicos, porque en las ... compañías privadas debería darse por descontado, pues el objetivo no es otro que el lucro de la propiedad. Existen otros, pero en nuestro país, inexplicablemente, no se cumple esa máxima. El enchufismo, la endogamia y sus derivados son moneda española corriente, porque somos tan enternecedoramente 'familiares' que anhelamos tener cerca a varios de los nuestros. Las mujeres han padecido la discriminación en el ámbito laboral durante tiempo inmemorial. Existe una concienciación social y el consenso suficiente para que esta injusticia atávica devenga en una reversión hacia una igualdad real entre todos los sexos, incluidos los 'nuevos', que hoy permanecen en el limbo y que son estigmatizados aún más que 'los clásicos'. Pero aun convencido de la deuda contraída con nuestras semejantes, es posible que esa prisa por que encaje en nuestro orden constitucional provoque que 'la cuota' impida que al frente de una responsabilidad grupal se encuentren los mejores. Las administraciones públicas, al menos, padecen en un ínfimo grado este fenómeno sexista; otra cosa es en el ámbito privado, en el que las mujeres acceden a empleos con expectativas desalentadoras. Luis Tudanca y Ana Sánchez no padecen discriminación. Sin responsabilidad ejecutiva gubernamental, sus sueldos superan con creces al del presidente de la Junta, cuyas decisiones sí que pueden afectar al devenir de los ciudadanos. En política casi todo hiede, y más aberraciones como esta. Si incluso Tudanca y Sánchez perciben un salario más elevado que el del presidente Pedro Sánchez, significa que en España algo no encaja.
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