Ultraje contra los 'vaciables'
La aventura humana ·
«Te montan en un autobús al que accedes a duras penas y te acercan gratis al municipio más cercano»Es la pescadilla que se muerde la cola. Ingresan tu pensión en una cuenta bancaria, pero no puedes palpar el dinero porque han cerrado la ... sucursal del pueblo. Tal vez preferirías que te la dieran en mano, pero el Estado se niega. Te dicen que operes mediante la aplicación del teléfono; ay, tienes 75 años y has perdido la frescura. Llamas a tu hijo para que acuda a explicarte cómo funciona y, vaya, parece que no llega internet. ¿Qué hacer? Montas en un guadianesco autobús y te plantas ante la oficina bancaria de la capital. Todo parece dispuesto para que accedas a llevarte tu pasta. Va a ser que no: el empleado de la entidad te regaña porque has llegado a las 11:15.
De paso, deseas pagar algunos recibos; craso error: eso es cosa de martes y jueves, de nueve a diez. Regresas con un incómodo nudo en el estómago; ¡echa mano de la huerta y de tus gallinas! Como no tienes dinero en casa para ingresar, enhorabuena; no por eso, sino porque tendrías que pagar una comisión. El chupatintas te dice que operes con el cajero automático. ¿Eres tonto? Lees en la prensa que «el dinero no vale nada», concluyendo que los adalides de la usura te tratan como al ganado intensivo. 'Tu' caja de ahorros desapareció gracias a la depredación política, y ahora está en manos de unos curas de Málaga. Jódete, ciudadano qué.
Quizá la Constitución sea un decorado hollywoodiense con música de Debussy y caíste subyugado. No enfermes ante el ultraje, porque tampoco tienes un médico que te auxilie. Un día convocan elecciones y tampoco puedes votar en tu localidad. Es una entidad local menor (el nombre no deja lugar a dudas). Te montan en un autobús al que accedes a duras penas y te acercan gratis al municipio más cercano. ¿No ves que eres un tío importante?
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