Inéditos peripatéticos

Perlas culturales de los susodichos tenemos en abundancia. No hace mucho, un diputado autonómico del PP se ofendió mucho porque alguien –creo que Igea, superviviente de Ciudadanos– dijo de él que era inédito. Inédito. No he querido ni molestarme en buscar el nombre de esa lumbrera que, a buen seguro, posee una extensa y muy usada biblioteca.

El otro día, en el cara a cara entre Feijóo y Sánchez, el líder popular se quejó de los insultos que recibía del PSOE, entre ellos peripatético. Peripatético, oigan. ¿Se puede soportar tal afrenta, ser partidario de Aristóteles? Feijóo, que ni puta idea tiene de quién fue Aristóteles, se queja de que le llamen peripatético y a Sánchez, que ni puta idea tiene de quién fue el estagirita ni qué cosa es el Liceo, ni de que hubo alguien llamado Alejandro Magno que tuvo un insigne tutor, ni se le movió un músculo de la cara.

Ni estos dos prohombres ni su legión de asesores saben que peripatético no es un insulto, sino un término que designa a los aristotélicos. Un bruto de mi pueblo le abrió la cabeza a otro que le llamó individuo. No lo pudo soportar. Ni inédito ni peripatético. Qué cuadrilla de individuos, qué tropa tenemos. El domingo habrá que elegir a uno de ellos. Ya es desgracia.