Talento y territorio
«El empleo verde es una gran especialización del talento para Castilla y León en un momento donde el acento hay que ponerlo en la diferenciación de los talentos»
Fco. Javier Cantera Herrero
Sábado, 15 de mayo 2021, 08:41
Desde hace años milito en la psicología positiva, esta disciplina psicológica se basa en fomentar tus destrezas propias más que desarrollar tus carencias. Centrarse en ... lo que eres fuerte y no querer ser un mediocre en todo. Castilla y León debe basarse en las fortalezas de su territorio que, sin duda, es la alimentación y la agricultura, más que picotear en otros sectores de enormes carencias actuales. Como se dice en nuestra Castilla «El que mucho abarca poco aprieta». Pero ¿cómo salirnos de este pesimismo endémico del campo castellano?, hace unos días debatía con mi amigo Domiciano Pastor, sabio agricultor e inquieto social, que los agricultores castellanos tienen que evolucionar a un modelo conservacionista más que productivo. Los agricultores son los primeros conservadores del medio natural, de los paisajes y de los ecosistemas para mitigar el cambio climático. Así lo reconoce el Parlamento Europeo y, además, el Informe Nacional sobre el Estado de la Biodiversidad para Alimentación y Agricultura nos indica que España es uno de los países con mayor diversidad biológica de la UE. España es el país más rico en agrobiodiversidad de la UE y una importante diversidad de las razas ganaderas (185 razas autóctonas reconocidas oficialmente). El abandono de los cultivos tradicionales y el pastoralismo incide en nuestra biodiversidad, nuestro paisaje, y por ende, en nuestra lucha climática. La Agrobiodiversidad es un buen anclaje para nuestro talento castellanoleonés y una buena identificación como territorio.
Este discurso nuevo de la agricultura conservacionista y biodiversa conecta con la economía de la biodiversidad del gran economista inglés Sir Partha Dasgupta. Este académico de origen bangladesí pretende que la ciencia económica se preocupe de la naturaleza y deje de pensar solamente en la producción. Dice «El PIB permite a un país talar todos sus bosques y contabilizarlo como crecimiento económic». Este cambio de mentalidad se expresa en un informe realizado por Dasgupta al gobierno británico en este mismo año cuyas reflexiones se me antojan muy esclarecedoras para la nueva visión de la agricultura en nuestro territorio.
En primer lugar, el PIB puede medir la actividad económica pero no apreciar en su totalidad la prosperidad de un territorio. Si no medimos la depreciación del capital natural del territorio no vamos a apreciar su prosperidad futura. Los indicadores de la perdida de capital natural servirán para revolucionar en un futuro el valor de un territorio. Y aquí es donde Castilla y León puede hacer mucho si es capaz de destacar con una agricultura con mimetismo natural y conservadora de la biodiversidad de su territorio.
En segundo lugar, a la biodiversidad hay que ponerle precio, lo que no se valora no se gestiona y no se aprecia. Hemos estado usando gratuitamente la biodiversidad durante toda la vida. Y las empresas deben pagar, aunque sea simbólicamente, por el 'uso' de la naturaleza. La naturaleza debe ser protegida no sólo por concienciarnos ecológicamente sino por imperativo económico futuro. Y, si Castilla y León debe invertir en su biodiversidad por su competitividad futura y debe valorizar su naturaleza como valor económico emergente. Y es la protección de la biodiversidad la base de la lucha contra el cambio climático y abanderar la agricultura que protege la biodiversidad es un buen reclamo para nuestro territorio.
Y en tercer lugar, los pagos por uso de la naturaleza, este concepto expuesto por Dasgupta de tener un pago por los bienes comunes globales. Estos bienes deberán ser protegidos y gestionados por una Institución Internacional, tal como el Banco Mundial. Este futuro Banco de Biodiversidad podía fijar un pago por utilizar bienes comunes globales que se pueden invertir en la lucha contra el cambio climático. Castilla y León puede ser un territorio biodiverso de valor europeo, donde la inversión pudiese tener una vitola verde.
Estas tres reflexiones del informe de Sir Partha Dasgupta me lleva a plantear el cambio de mentalidad en el concepto de la agricultura. Esta agrodiversidad nos debe permitir huir de modelos de explotación abusiva de la naturaleza. Y a valorar el capital natural del territorio de Castilla y León. Tener una agricultura centrada en mantener nuestro capital natural, y poner un precio al uso de la naturaleza que pueda hacerse implica que las inversiones actuales respeten la prosperidad futura económica.
¿Pero qué talento debemos fomentar para hacer coincidir con una imagen territorial en la agricultura conservacionista? Generación de empleos verdes asociados al capital natural. Son empleos que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente en sectores tradicionales o en nuevos sectores emergentes como energía renovables y eficiencia energética. Estos nuevos nichos de empleo deben ser analizados como inversión en el futuro de Castilla y León, y hoy día se puede hablar de empleo en siete sectores:
Energías renovables: Técnicos e ingenieros de sistemas solares fotovoltaicas, aerogeneradores, biomasa, etc.
Servicios ambientales: Experto en gestión de residuos, conservacionista de suelos y agua, arquitecto paisajista, etc.
Construcción: Construcciones ecológicas, Técnicos en calefacción especializadas en energías renovables, etc.
Sector manufacturero: Control de contaminación, productos sostenibles, etc.
Agrícola: Especialista en Cultivos ecológicos, especialistas en recursos hídricos, técnicos en agua residuales, meteorólogos especializados en agricultura, etc.
Servicios de transportes: Vehículos eléctricos, sistemas de transporte más ecológicos, etc.
Turismo: Geoturismo, gestor de espacios naturales, astroturismo, etc.
Cómo podemos ver hay multitud de oportunidades de empleo si apostamos por un territorio con biodiversidad. El empleo verde es una gran especialización del talento para Castilla y León en un momento donde el acento hay que ponerlo en la diferenciación de los talentos.
Y para finalizar, una reflexión sobre la convergencia del talento con el territorio al hilo de nuestro gran gurú Antonio Machado que nos dice «Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas». Estamos a tiempo de enfocar nuestro valor como territorio biodiverso y especializarnos en un nicho de empleo futuro como es el empleo verde. «Verde que te quiero, verde», decía nuestro universal Federico y yo me aventuro a decir que la naturaleza es nuestro pilar de futuro como territorio. Como decía hace poco en otro artículo en este periódico, el futuro es Castilla digital y verde.
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