El caos y los insultos
La Vuelta Ciclista regresó a Valladolid por una apuesta directa de la Concejalía de Deportes que encabezaba Alberto Bustos, edil de Valladolid Toma la Palabra
Dice el secretario de Organización, coportavoz nacional y único representante de Podemos en las Cortes de Castilla y León que, si no se está a ... favor del boicot a la Vuelta Ciclista a España, se es un progenocida. Por eso, llama a protestar al modo bilbaíno, ese que también defiende Arnaldo Otegui, el que perteneció a ETA, y que obligó a cancelar la llegada y dejó tres ertzainas heridos. Para él, es una cuestión de dignidad.
Por tan loable fin, arenga a unas masas que encabezará por supuesto, a lo William Wallace, al paso de los corredores hoy por la provincia de León; mañana, en la contrarreloj de Valladolid; y el viernes, de camino a Guijuelo, en Salamanca. Porque si hay que arriesgarse a sanciones que «pueden arruinar familias», según Jacinto Canales, subdelegado del Gobierno en Valladolid, uno se arriesga el primero. A los de Podemos los podrán forzar a disfrutar del privilegio del aforamiento —y mire que le han puesto ganas a eso de eliminarlo—, pero jamás les quitarán la libertad.
Piden el boicot contra la Vuelta y promueven el ensañamiento contra un equipo ciclista, por el mero hecho de ser israelí, porque no tienen claro si la oveja que da buena lana es la churra y la de la leche y la carne, la merina, o viceversa. Porque para ellos cualquier excusa es buena para descargar sus frustraciones. Y, sobre todo, porque son leales a sus amistades, presentes y pasadas.
La Vuelta Ciclista regresó a Valladolid por una apuesta directa de la Concejalía de Deportes que encabezaba Alberto Bustos, edil de Valladolid Toma la Palabra. El impacto económico es millonario y la imagen que se proyecta de la ciudad, internacional. Todo irrelevante frente al gusto que algunos han mostrado siempre por el caos y los insultos.
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