Selva
Algo que decir ·
«Las terrazas ocupan espacios públicos cuyo adecentamiento hemos pagado entre todos»Me alegra que el Ayuntamiento quiera poner orden en el mundillo de las terrazas, y me alegra, sobre todo, que lo haga fuera de ... la época electoral para que nadie piense que es por arañar unos cuantos votos de los que sufren la selva de mesas, sillas y veladores que, gracias a las estufillas, duran todo el año. Las terrazas se disfrutan y se padecen: lo primero, cuando te sientas en verano en una a tomar algo a la fresca; lo segundo, cuando están debajo de casa y el guirigay hace imposible abrir la ventana aunque te asfixies. Porque el problema no es solo la ocupación de las aceras, sino la muy extendida costumbre de sacar a la calle enormes televisores para que el personal pueda animar en la distancia a su equipo; o dejar abiertas las puertas y ventanas del bar para que se deleite con la música del interior.
Las terrazas ocupan espacios públicos cuyo adecentamiento hemos pagado entre todos, y todos deberíamos ser consultados porque a lo mejor algunos proponemos que en ellas, además de acampar durante diez o doce meses al año los de siempre, puedan hacerlo otros profesionales. Por ejemplo, tiendas de ropa que sacan el género fuera, venta de alpargatas, recambios de coche o ultramarinos, entre otras posibilidades. O incluso libros, como a orillas del Sena en París.
Si esta sugerencia no cae en saco roto, incluso yo podría alquilar un trocito de acera para usarlo como trastero o despacho. Eso sí: pagando la tasa correspondiente…
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