Bambi, al rescate del PSOE

La autoelectrocución ideológica de Felipe González, y su deriva hacia territorios de política de embajada, ha horadado el suelo de Pedro Sánchez, con el inestimable aditamento del bufón del régimen anterior, Alfonso Guerra. Así que, para recuperar el centro izquierda o lo que eso sea, ha emergido la figura de ZP, como si Juan Luis Arsuaga hubiese desenterrado un fósil disruptivo. Zapatero persigue la redención, defendiendo con vehemencia la gestión de Sánchez. No deja de ser errática la pasión con la que ambos reivindican los proclamados logros sociales recíprocos. Algunos, avalados por los datos; otros, bienintencionados brindis al Sol. Pero lo que supone una evidencia es el hecho de que los ineptos estrategas del PSOE actual han encontrado a un aliado de saldo. El expresidente aparece con su capa de cómic para atenuar las vergüenzas inflamadas de Pedro Sánchez. Bambi (como figura desde hace tiempo en su partida de bautismo) emerge desde el pasado para rescatar la decrépita figura de Sánchez, un psicópata de cuello blanco, según los cánones de Robert Hare, referente en la materia. Que Bambi ZP sea el ariete estratégico mediático frente a la mala perspectiva electoral del PSOE es una quisicosa. Además, hay una bolsa de electores que desconoce quién es este hombre. Los votantes internautas pertenecen a una galaxia muy muy lejana. Y seguro que no orbitan en la esfera en donde le redimen.