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Los políticos españoles amigos del Dictador Maduro me recuerdan la Ley Campoamor, esa que evoca el poema del mundo traidor y el color del cristal con el que se mira (porque nada sería verdad ni mentira). Entre tanto relativismo cromático, el negro petróleo ciega y ... mancha. Las gafas oscuras (opacas) que se ponen algunos sedicentes demócratas les permiten seguir amparando al régimen bolivariano, contra los buenos valores en los que dicen creer. Después del 10 de enero de 2025, el tiempo de la ambigüedad pasó y cada persona se ha de retratar en su genuino ser. Cuando un gobierno secuestra, tortura y asesina, no condenarlo es vergonzoso.
Poderoso caballero es Don Dinero, decía Quevedo, quebranta cualquier fuero y contamina la mente de quien mira el amarillo oro de las Indias. Supongo que quienes facturan hoy a costa de los venezolanos prefieren utilizar raseros morales fraudulentos, tramposas excusas y el manido pretexto del «mal menor» (hasta que crece y se convierte en pesadilla). Dime gracias a quien te enriqueces y te diré cuáles son tus principios. Quien respalda la posición de un tirano se pervierte y corre el riesgo de ser identificado con su proceder. Muy fácil es hablar de la Democracia y del Estado de Derecho en teoría, pero luego hay que tomar decisiones, tantas veces renunciar a hacer caja al margen de los escrúpulos.
A algunos les nace el coraje del corazón, mientras otros meten la cola entre las piernas (de ahí viene «cobarde»). Audaz es quien desea sin miedo, es valiente. Y güevón, en América, quiere decir vago, apocado; también lo contrario, osado y ladrón (incluso osado). La antítesis de los canallas es María Corina Machado, una heroína que podría lograr el cambio político en Venezuela. Edmundo González se presentó a las elecciones cuando se lo prohibieron a ella, pero la legitimidad de la victoria y la lucha sostenida por la patria libre es también mérito de la verdadera líder de la oposición. Ella ha liderado la protesta en las calles el 9 de enero, se ha mantenido firme con sus compatriotas, demostrando la grandeza de su vocación. Ojalá algún día sea la Presidenta de aquella República.
Y ojalá llegue a serlo el auténtico vencedor de las elecciones, votado por millones de venezolanos que creyeron en las urnas. Hoy, el ex Embajador González Urrutia sufre las consecuencias de su patriotismo; le han puesto precio a su cabeza y su yerno ha sido secuestrado; también le han amenazado con derribar el avión en el que viaje. Barbaridades, brutalidades, demasías contra un discurso moderado, de reconciliación y respeto. Los bestias que ejecutan las tropelías del ladrón de actas han de pagar algún día con la cárcel sus delitos.
Admiración por María y Edmundo, por todos aquellos que han puesto en riesgo su vida y su integridad física protestando en las calles contra los abusos. Quienes han sido apresados y retenidos ilegalmente en el Helicoide, sede del servicio de inteligencia convertida en sórdido penal donde torturan los abyectos carceleros chavistas. Tantas vulneraciones de las convenciones internacionales merecen una respuesta contundente, ahora y en el futuro. No es coherente condenar a Franco y no alzar la voz contra Maduro.
Toda vez que Maduro es un sátrapa enloquecido, la negociación con él es imposible, salvo que se aspire a lograr ventajas personales, enriquecerse o lograr otros objetivos inconfesables. Entonces, la comunidad internacional debería advertir a quienes le apoyen de que su libertad en el futuro y su patrimonio presente serán el precio por violar los derechos humanos.
Así como los tribunales investigaron e intervinieron parte de la fortuna de la familia Al Assad en Marbella, robada de su país, donde encarcelaban y torturaban a los más valientes, igual deberían requisarse tantas propiedades compradas en Madrid y otros lugares de España por venezolanos próximos al régimen del Dictador Maduro. Una vez confiscadas –con todas las garantías– habrían de ser ingresadas en las cuentas oficiales de la oposición para el futuro democrático de su país.
Esta oposición, a la que tildan de fascista, lee y se inspira en Rafael Cadenas, el cabal poeta venezolano que dedicó uno de sus libros a San Juan de la Cruz, quien escribió su Cántico espiritual encerrado en un minúsculo cuarto de un convento toledano. Así también se sienten tantos compatriotas suyos, maltratados y cohibidos por el tirano usurpador.
Para la aplicación de las sanciones internacionales y de la Unión europea, se precisarán documentos muy útiles, aquellos que permitan la trazabilidad del dinero del latrocinio chavista, las propiedades adquiridas en zonas de lujo, los activos en manos de las familias de los colaboradores de Maduro, las evoluciones patrimoniales de los turiferarios del más ridículo Dictador. El oprobio de quienes todavía lo defienden en los medios (algunos fundadores de Podemos). Que se haga Justicia por fin.
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