Putin y el clan de los cutres

Putin nunca debió librar así esta guerra. Mal analista de Inteligencia es quien no prevé las consecuencias de la mala administración de las ínfulas. Recuerdo el último desfile del Día de la Victoria. Exhibió los novedosos ocho tanques Armata, los que tiene; o los aviones de caza furtivos SU-57, que no puede emplear en la invasión porque los motores fallan estrepitosamente y le avergüenza que caigan en manos enemigas. Rusia, un país cuya población triplica a la española, y un PIB un pelín superior al nuestro (pero una renta per cápita patética), sobrevive tirando del pasado 'glorioso'. Putin el Torpe ha abandonado mil carros de combate y otros tantos cañones gratis en favor de los ucranianos, quienes solo tenían quinientos. Tropas engrosadas por parias y descreídos, y una estrategia bélica demencial que humilla a los estrategas de élite del Kremlin.

Chinos e indios pasan de Putin. Los mamporreros sirio y bielorruso le rinden pleitesía. Los ayatolás, haciendo caja. Kim Jong-un, a sus cohetes. Y en España, Abascal calla, porque está feliz con que también Trump le haya enviado un saludo. En definitiva, la pandilla basura, precisamente cuando estábamos en plena lucha contra el cambio climático, ahora tornasolada por culpa de este demente renacuajo.