Por fin

Por fin más de tres familiares han podido ir a llorar a sus fallecidos y llenar con lágrimas el vacío que se siente tras una despedida sin adiós. Cada vez son menos los nombres que tenemos que añadir a las listas ya demasiado interminables, y cada vez son más las esperanzas que nos hacen ver la luz al final de esta terrible pesadilla, que ha salido de nuestros sueños para ser un capítulo más de nuestra historia.

Por fin los comercios están llenando sus locales de algo más que no sea el polvo acumulado tras dos meses de abandono. Poco a poco las ganas de volver a vivir están superando a los miedos que ha generado un ser invisible que lo ha inundado todo. Ahora la lógica, el sentido común y la responsabilidad individual deben hacer el resto para seguir adelante con firmeza sin volvernos locos, con las dudas creadas por quienes deberían dar soluciones.

Por fin ha llegado la fase 1, que no se olvide lo vivido, que no se deshaga el camino que tanto nos ha costado construir, que no nos ciegue el ansia de normalidad del que todos queremos beber. Ya se ha ido como un suspiro la primavera, no permitamos que se queden en blanco los diarios del verano y el otoño.

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