El poder diseña una sociedad inútil
Después de las palabras ·
«Qué terrible sociedad, la libertad es un mero concepto fútil, pero muy útil para los manipuladores de voluntades»Las generaciones lo son en cuanto a que están obligadas a superarse a sí mismas. El diseño de cantidad y calidad las obliga a suicidarse ... en fraudulentas quimeras. Es un arma de doble filo, aporta solidez social, y las hace poco a poco pasado. La juventud irrumpe con alegría y sin escrúpulos en el terreno de lo consagrado, para destruir las flaquezas del pasado, y se pierde cuando triunfa en la sociedad que les encumbra para seguidamente asimilarla.
El Poder diseña voluntades, conciencias, cuerpos y mentes para anularlas. Qué terrible sociedad, la libertad es un mero concepto fútil, pero muy útil para los manipuladores de voluntades. Legislan leyes que, son cumplidas, y aceptadas por la comunidad como si fueran la libre necesidad de sus miembros, leyes impuestas por algunos para que muchos obedezcan el viejo rito del autoritarismo como ley de los tiempos.
La lista de enseres inútiles en nuestra sociedad es interminable. Consumimos más de lo que necesitamos, adquirimos lo que para nada nos sirve, regalamos lo que la gente no urge, vivimos la vida que despreciamos. ¿Qué juego de despropósitos es éste?
No hay resquicios para ser plenamente libres, la sociedad no permite fugas en su estructura, ni el libre albedrío de los ciudadanos al margen de las convenciones legalizadas por el modelo santificado en el Estado. Sin Estado no hay Sociedad, con el Estado como poder absoluto sólo hay masa social en perjuicio de la libertad individual.
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