Borrar
Reunión ayer del concejal Luis Vélez con los alcaldes del Área Metropolitana para tratar la sentencia que anula la Ordenanza. R. Jiménez

Piedras

Algo que decir ·

El último desencuentro con los taxistas pucelanos tiene que ver con la Ordenanza del Taxi, suspendida por el Tribunal Superior de Justicia a falta de un informe

Paco Cantalapiedra

Valladolid

Lunes, 11 de noviembre 2019, 22:13

Comenta

Si los trabajadores de cualquier sector productivo fueran tan combativos como los taxistas, España entera se parecería al Chile o Bolivia de estos días o a la Cataluña de hace tres o cuatro semanas. En mi memoria bullen las escenas de la bronca y la huelga mantenidas contra los servicios ofrecidos por Uber o Cabify que, según decían los protagonistas, atentaban directamente contra sus intereses. Puertas y espejos arrancados de cuajo, pasajeros sacados a la fuerza y prolongadísimos cortes de tráfico jalonan aquellas jornadas nefastas de una trifulca salvaje y descomunal. Desde entonces, las administraciones se palpan la ropa antes de aprobar acuerdos que puedan herir la sensibilidad del gremio, tal y como han vuelto a demostrar con la nueva normativa que regula los servicios (y las tarifas) entre Valladolid y veintitantos municipios próximos.

El último desencuentro con los taxistas pucelanos tiene que ver con la Ordenanza del Taxi, suspendida por el Tribunal Superior de Justicia a falta de un informe. El hecho de que los recurrentes sean media docena ha bastado para que los ayuntamientos del alfoz decidan dejar las cosas como estaban antes de cambiar la norma. Quizá sin pretenderlo, el alcalde de Viana, don Alberto Collantes, además de comprometerse a trabajar para legalizar la nueva ordenanza, soltó una frase reveladora: «si no nos ponen más piedras en el camino». ¿De qué me suena a mí eso de las piedras? Ya caigo: por mi apellido…

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Piedras

Piedras