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Mariscal. Efe

Nostalgia del concertado

«Aún recuerdo mi infancia, metiendo goles en el patio de un colegio concertado, como un auténtico fascista»

José F. Peláez

Valladolid

Martes, 24 de noviembre 2020, 07:44

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Aún recuerdo mi infancia, metiendo goles en el patio de un colegio concertado, como un auténtico fascista. En el mes de mayo nos obligaban a ... ir en ayunas a llevar lirios a la Virgen y, por las tardes, nos reíamos de los más pobres de la clase, que creo que para eso los admitían, como bufones. A uno, que se apellidaba Calabazas, le llamábamos Calabacillas, pero claro, no lo entendía porque, al ser sus padres pobres, no le habían llevado al Prado. Aunque en realidad, a nosotros tampoco nos llevaban, decían que el arte era una cosa de maricones y de rojos y que lo que hacía falta era tirar piedras a los gatos y poner petardos para asustar a las viejas. Necesitábamos a esos niños pobres para iniciar una suerte de esclavitud infantil, para que fueran a por tizas a la otra clase y tal. Porque no íbamos a ir nosotros, claro. O para que nos sacaran a hombros cuando ganábamos un partido a los de la clase de al lado, que eran otra panda de fascistas. Cuando nos hicimos mayores les pusimos a trabajar de camareros en los bares y se hicieron nuestros camellitos.

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