Una necesidad: la equidad frente al cáncer
Presidente de AECC de Valladolid ·
Nos alejamos de nuestro objetivo porque se ha priorizado la atención a las personas afectadas por el coronavirus, un hecho que ha cronificado la situación de vulnerabilidad de las personas con cáncer, enfrentándolas a nuevos desafíosARtemio domínguez gonzález
Jueves, 4 de febrero 2021, 07:37
El cáncer es igual para todas las personas, pero estas no son iguales frente a él. Esto, lamentablemente, es una obviedad y desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) trabajamos para que haya las mismas oportunidades independientemente del punto geográfico de España en el que te encuentres. Sin embargo, añadidos a los que ya conocemos, siguen surgiendo problemas con los que abordar y tratar de resolver. Una muestra de ello es la pandemia que nos ha tocado vivir. La covid-19 está siendo un mazazo para el cáncer. No solo para quienes lo padecen, que tienen que añadir más detonantes de estrés; también para el Sistema Nacional de Salud que va a tener que afrontar una situación crítica en oncología.
Podemos asegurar que se ha generado un escenario de emergencia. Nos alejamos de nuestro objetivo porque se ha priorizado la atención a las personas afectadas por el coronavirus, un hecho que ha cronificado la situación de vulnerabilidad de las personas con cáncer, enfrentándolas a nuevos desafíos. Para asumir esta realidad, desde nuestra asociación hacemos un llamado urgente para la creación de un Plan Nacional Contra el Cáncer, que sitúe al paciente como se merece, en el centro. En la AECC consideramos que este posicionamiento debe ir acompañado de una corrección y mejora de las deficiencias y debilidades del sistema. Debemos tener la confianza de que la persona que padece cáncer está protegida frente a las futuras crisis que surjan. Y no es una utopía. Se puede lograr reforzando la atención primaria, la prevención y la detección precoz a través de los programas de cribado y garantizando una atención psicosocial para personas con cáncer y sus familiares.
Las repercusiones son evidentes. El incremento de la soledad, el miedo, la pérdida de recursos económicos y el impacto sanitario (los nuevos diagnósticos han disminuido un 21% en 2020). Para evidenciar esto, basta remitirse a los datos de los estudios avalados y publicados por el Observatorio del Cáncer de la AECC. Éstos revelan que, durante el confinamiento, el 34% de los pacientes desarrolló ansiedad o depresión. Lejos de mejorar, en noviembre este porcentaje ascendió al 41%. Igualmente, la primera etapa de la pandemia empeoró la situación económica del 20% de la población con cáncer, viéndose afectada todavía un 17% en el penúltimo mes del año. Además, durante este tiempo, 1 de cada 5 personas o no se la ha diagnosticado o se ha hecho tarde, con consecuencias serias para la supervivencia.
Ante esta emergencia sanitaria, emocional y económica, la AECC manifiesta públicamente la necesidad de una equidad.
Equidad para prevenir y fomentar los hábitos de vida saludables. Para conseguir esta igualdad es clave que se facilite el acceso a la población a través de los cribados de cáncer. Afortunadamente, la comunidad de Castilla y León ha alcanzado el 100% de la cobertura de implantación de los programas de prevención de cáncer de colon. Cada vez son más las personas que, tras recibir una citación, acuden a su médico para hacerse la prueba. Sin embargo, aún hay mucha parte de la población que, pese al llamamiento médico, continúa sin acudir. Es vital recordar la importancia de un diagnóstico precoz para atajar y enfrentarnos al cáncer. Por este motivo, aprovecho para hacer un llamamiento a la sociedad para que conozca el valor de los cribados y participe cuando se le reclama.
También pedimos equidad para vivir con el cáncer. Es inadmisible la generación de pobreza y el fomento de la vulnerabilidad económica a causa de esta patología. No se puede pasar por alto el reclamo de garantizar atención psicológica para afrontar el miedo y la soledad no deseada. En este sentido, cabe destacar la imprescindible labor que los profesionales de AECC realizan en este área, contribuyendo a disminuir el sufrimiento.
Y, por supuesto, sobra decir que nadie debería de quedarse sin diagnosticar como consecuencia de cualquier tipo de crisis.
No me olvido de otra necesidad de gran calado: la equidad en el acceso a los resultados de la investigación oncológica. Investigar es avanzar. Todos los cánceres, sean del tipo que sea, deben ser investigados, y la AECC confía en que para el año 2030 estén comprometidos 3.000 millones de euros en proyectos que sigan contribuyendo a terminar con la enfermedad. Es importante insistir en esto porque la pandemia no ha hecho más que empeorar un escenario que ya era, de por sí, desigual.
Tendemos a ser un país de contrarios, pero por esta vez confío en que podamos ponernos de acuerdo.