Morantazo a la vista
El gran Joselito consideraba que «quien no ha visto toros en El Puerto no sabe lo que es una tarde de toros»
En el hondón de un valle recóndito y hermosísimo de la sierra salmantina de Las Quilamas se alza el lugar de Valero, bañado por el ... Quilamas, río agreste allí remansado en 'el charco del pozo', piscina natural verdaderamente gloriosa y comienzo de rutas senderistas de ensueño, algunas fáciles, como la del camino trasiego o la ruta de los nogales, y otras algo más entretenidas, ya la de la cascada de la Palla, ya la de los puentes del Alagón, alternativas ideales para la mañana del próximo 29, día de San Valerio, patrón del pueblo, celebrado con un festival taurino que año tras año marca el comienzo de la temporada, pagado a escote por los valeranos y punto de encuentro para la gente del toro charra, que este año se verá multiplicada porque el torerador será nada menos que Morante de la Puebla, por primera vez acartelado con los murubes de Capea.
El gran Joselito consideraba que «quien no ha visto toros en El Puerto no sabe lo que es una tarde de toros», y mutatis mutandis cabe afirmar que quien no ha visto el festival de Valero desconoce el enraizamiento del toreo en el alma de la cultura popular española, una cultura literaria, artística y musicalmente decisivamente engrandecida por el Toreo.
Los valeranos ponen la fiesta y entre los burladeros, la coronación de los paredones y la ladera del monte hay sitio para todos. Eso sí, siempre con frío y en ocasiones hasta con barruntos de nieve, incidencias climáticas que este año se dejarán de sentir en cuanto Morante de la Puebla pise las calles de Valero. La expectación está por las nubes.
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