Mala hierba

Hay infusiones para todo. Me entero por la radio este verano en un programa que no tiene desperdicio. La periodista introduce al 'Doctor acertijos' como un ejemplo de sencillez y rigor, cuando lo único simple de este espacio es su estrategia comercial. El matasanos nos confunde con sus palabras. En una misma frase es capaz de mezclar células oncogénicas, sales biliares, lipasas, flora intestinal, caseína, ácidos nucleicos e hipotiroidismo… Vende remedios contra el autismo o el cáncer que están a un abismo Challenger de conseguir ningún efecto.

Escucharle es un delirio; creemos estar ante el nuevo mago Merlín o el druida de Asterix y Obelix. La realidad es que está más cerca del curandero cubano del machete.

Sí, que hay un universo paralelo de piedras preciosas ya lo sabíamos. Lo curioso es que en la época de la posverdad, estos cristales del horóscopo y matojos abundan en conversaciones serias sobre nuestra salud. La que antes era una 'hierbas' ahora es una 'medinfluencer' y ridiculizar la marca que lanza con su apellido es salirse del canon. La tolerancia hacia la ignorancia se nos enseña a pastillazos. Por suerte, esto no llega a todo el mundo y mi abuela la vuduista morirá antes de saber que pudo ser sacerdotisa en Instagram si sus hinojos le hubieran devuelto sus últimos 20 años.