Ahí vienen los Irios

Ante esta situación, su táctica infalible es aplicar el atraco a mano armada. En cada código QR que se escanea en el andén van unos euros extra para paliar la 'competencia desleal'. Pronto, la única estrategia que le quedará será pasar el cepillo a los pasajeros. A ver si se compadecen la mitad que el ministerio y apoquinan unos eurillos.

Quieren hacernos creer que las nuevas compañías son un peligro. No se engañen, solo deberíamos sentir lástima de aquellos que no tienen alternativas económicas y eficientes para viajar por España.

Puente se cree el justiciero de Kansas y habla de todo, pero no demuestra tener un interés genuino por la movilidad más allá de las dos ruedas. «Que vienen los Irios» es otro cuento de la niñez, una historia con más extras que el western 'La Conquista del Oeste'. Solo que aquí los apaches somos los aislados españoles y los franceses y alemanes son la civilización.

Menos mal que son trenes y no carromatos tirados por caballos. ¿Se imaginan a los protagonistas de esta historia en una carrera despeñándose por los campos de Castilla para ver quién explotará esta tierra de campeadores? Una pena que James R. Webb obtuviera el Oscar al mejor guión original por la película; la fábula del ministro quedará para la posteridad como una copia.