Mucho malaje
La Canaleja ·
Queremos ser condueños de lo que pasa y nos lanzamos a interactuar en vivo y en directo en las actividades a las que vamos
En este mundo global y en esta España asamblearia que dejaremos a nuestros deudos, uno de los perfiles más repetidos es el de partícipe ... de todo: el niño en el bautizo o el muerto en el entierro. Queremos ser condueños de lo que pasa y nos lanzamos a interactuar en vivo y en directo en las actividades a las que vamos y nos da igual que sean adustos museos o sesudas obras de teatro, que lo que quiero es un condominio democrático con los artistas.
Somos Koldo (Karra Elejalde) en 'Ocho apellidos catalanes' cuando daba palmas en un tablao sevillano para acompañar una actuación. Golpes fuertes y desacompasados que provocaron que el grupo parara y que uno de los artistas bajara del escenario para buscar entre las mesas al espontáneo palmero, al tiempo que le acusaba de tener «mucho malaje o poco arte o poca vergüenza». Ficción de comedia cinematográfica, pero que seguro está basada en una realidad vivida.
Porque en el arte de ahora existe temor a la seguro bienintencionada colaboración del público. Y esa creo que es la razón de queen un anuncio de unas jornadas de flamenco que se celebrarán en una bodega de la zona de Toro, adviertan: «todos los cantaores vienen acompañados de sus palmeros», en un evidente miedo a los Koldos que puedan con su inocente malaje fastidiar al Berenjeno, a Caracolillo de Cádiz o a la Macanita, que son los protagonistas de este festival llamado con gracia Barrica Jonda.
Así que no me toquen las palmas que nos conocemos, avisan, que es un mal muy extendido esto de participar en todos los palos como palmeros; o 'palmeños', que diría Pedro Sánchez, mientras su larga lista de aliados le acompasa con ese arte que solo catalanes y vascos tienen para el palo presupuestario, el que mejor tocan.
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