Por un liderazgo femenino con propósito
«Las mujeres buscamos resultados, con la misma pasión que cualquier otra persona, y además somos capaces de buscar más allá, alcanzar un propósito y dejar un legado que genere valor económico y social alrededor de la actividad de las empresas que lideramos»
Lourdes Gullón Rodríguez
Sábado, 6 de marzo 2021, 08:38
En sus más de 125 años de historia, Galletas Gullón ha sido impulsada como empresa familiar y se ha ido adaptando a los tiempos. Mi ... madre, María Teresa Rodríguez Saiz de Rozas ha representado el liderazgo femenino en el Grupo durante más de 35 años. Ahora desde esa Presidencia que asumo con honor, aprecio el haber podido vivir desde siempre y desde cerca la importancia de la mujer en el entorno empresarial.
La industria alimentaria en general, y en especial la galletera que es la que más conozco, fue, es y será siempre una creadora neta de empleo femenino ya que la producción de alimentos ha necesitado siempre de las cualidades de las mujeres para evolucionar. En este momento en una empresa como la nuestra, tenemos más del 40% de la plantilla compuesta por mujeres, y áreas muy relevantes de nuestra organización en la que el talento femenino ha brillado con luz propia como las áreas de I+D o de Calidad, entre otras.
Actualmente vivimos un cambio generacional, que va a ayudar bastante a equilibrar la ponderación del rol de la mujer en la gestión y la administración de las empresas.
Por esta razón quiero reivindicar en el Día Internacional de la Mujer, el papel fundamental que desempeñamos y un horizonte en el que cada vez sea más normal que una mujer ocupe la presidencia de una compañía. Ejercemos un liderazgo diferente, más colaborativo en el que converge la intuición, nuestro sexto sentido, con el conocimiento, la formación y el razonamiento. Las mujeres buscamos resultados, con la misma pasión que cualquier otra persona, y además somos capaces de buscar más allá, alcanzar un propósito y dejar un legado que genere valor económico y social alrededor de la actividad de las empresas que lideramos.
Llevamos trabajando con propósito más de 125 años, de los cuáles más de cuarenta se han hecho bajo liderazgo femenino que reivindicamos como seña de identidad inequívoca de la compañía. Ese equilibrio entre intuición y razonamiento al que hacía mención hizo que la compañía apostara por las galletas saludables en un momento en el que este concepto siquiera se encontraba en la mesa de las grandes compañías.
En Galletas Gullón sabemos qué es hablar de propósito, el año 2020 fue la constatación para las empresas de la necesidad de trabajar con metas más allá de las económicas. Nosotros mismos donamos y aportamos más de 75 toneladas de galletas a ONGs y otras instituciones con el objetivo de atajar la urgencia social y durante los últimos meses estamos orientando el desempeño de la compañía en torno a nuevas dinámicas de negocio responsable alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Una de las últimas alianzas que hemos establecido recientemente ha sido con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), por ejemplo.
Bajo la presidencia de una mujer, Galletas Gullón ha visto crecer su plantilla por encima de los 1.000 trabajadores y aspira a incrementar su plantilla en el medio y largo plazo. Ha batido récords de facturación año tras año, pero se ha mantenido fiel al modelo de reinversión de beneficio que le ha permitido crecer y expandirse internacionalmente. Invierte y es pionera en innovación en I+D+i, es a la vez austera, no dependemos de inversores ni repartimos dividendos. Nos adaptamos a las circunstancias y hemos puesto todos los medios y esfuerzos económicos y humanos en cubrir las necesidades de seguridad sanitaria que la pandemia nos ha obligado a hacer.
Además, seguimos consolidando la apuesta de Galletas Gullón por Castilla y León y por la comarca de la Montaña Palentina. No sólo fabricamos de forma íntegra nuestros productos en Aguilar de Campoo, sino que nuestros proveedores de cereal proceden de Castilla y León y más del 70% de los trabajadores son palentinos.
En este sentido, llevamos desde mediados del siglo XX asistiendo a la desaparición de la España rural, perdemos pueblos y el campo se vuelve insuficiente para que las jóvenes puedan desarrollarse plenamente. Las mujeres del medio rural somos fundamentales en la lucha contra la despoblación y, como presidenta de una gran empresa de la 'España vaciada', considero que son necesarias más empresarias en estas zonas para fijar población y dar una segunda vida a los pueblos.
Queda un largo camino todavía para alcanzar la paridad, pero creo que empezamos a alinearnos para conseguirlo. Por esta misma razón tenemos que seguir construyendo con perseverancia un tejido empresarial que no sea hostil a la igualdad promoviendo marcos que favorezcan la promoción de la mujer. Son muy necesarias las iniciativas en ese aspecto, como el Top de las 100 mujeres líderes de Mujeres&Cía., el impulso desde las asociaciones empresariales de libros de buenas prácticas y, sobre todo, la pulsión de una sociedad que lidera estas demandas.
Las empresas, y el sector alimentario en particular, tienen que abrazar estas prácticas, tal y como es el caso de Galletas Gullón donde contamos con un Plan de Igualdad que desarrollamos con el objetivo de fomentar la diversidad y la equidad y trabajamos alineados con el ODS 5 de Igualdad de Género. Para ello deberíamos, primero, permitir que las mujeres ocupen su espacio en la sociedad. Segundo, liberar el potencial de la mujer en el ámbito empresarial e integrar las habilidades propias en la gestión y el liderazgo de las empresas para conseguir un crecimiento responsable. Y tercero, fomentar la empleabilidad, especialmente en las mujeres del ámbito rural, como pieza fundamental en la lucha contra la despoblación.
En mi opinión, un liderazgo conjunto asumido por mujeres y hombres es más necesario que nunca para afrontar desde las empresas y desde las instituciones los retos actuales.
De hecho, afrontamos un 2021 complicado, en el que la recuperación social y económica de España va a estar muy ligada al ritmo de vacunación, a la desescalada y los cauces fluidos de financiación y ayuda procedente de los fondos europeos. Ante todo, durante los próximos meses tenemos que evitar a toda costa que se vuelva a producir una nueva ola de contagios.
La pandemia ha desnudado las debilidades de la economía de nuestro país, basado en el turismo y los servicios que han sido especialmente dañados. Por otra parte los fondos europeos exigen adaptar la economía europea en términos de digitalización y cuidado del medio ambiente, dándonos la oportunidad histórica de hacer cambios estructurales para desarrollar una nueva política económica, que aporte más valor añadido y menos estacionalidad.
Como empresaria castellanoleonesa de una industria de galletas, veo muchas posibilidades en la industria agroalimentaria. Tenemos un territorio muy grande, una gran diversidad de materias primas con una gran calidad, y necesitamos empresas como la nuestra que asienten empleos en zonas rurales, den trabajo a la mujer, transformen las materias primas que se producen en nuestra comunidad y las conviertan en alimentos exportables al resto del mundo, por otra parte, tan necesitados ante el imparable aumento de la población.
Creo que, ante el reto de modernizar nuestra economía, el sector agroalimentario tiene mucho que decir y que el liderazgo femenino tiene mucho que aportar a la forma de hacerlo, pensando en el largo plazo y en la administración serena y prudente de los recursos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión