Leña al mono

Leña a Chanel, no Coco sino la de Eurovisión, por no cantar a las mujeres como su rival Rigoberta, sino a algo intrascendente e ininteligible del lomo mientras enseñaba los jamones y vestía chaquetilla de torero. Y también caña a Mbappé, que ha tenido la osadía de darle calabazas al intocable Real Madrid, después de casi dos mil días de cortejo y lo que parece que te rondaré, moreno, en los próximos tres años. Qué se creerán esos desahogados para desafiar ella el pensamiento único y ganar una votación y él para preferir París a Madrid y una camiseta azul antes que la blanca, que llevaba de niño en su interior y con tirantes y que le ponía con tanto cariño la ahora traidora de su madre.

Pero sobre todo, leña y leña, cera y cera, y caña y caña, al rey jubilado Juan Carlos, que regularizó sus dineros con Hacienda, algo inédito en España y que nunca había ocurrido, que lo de Lola Flores, Messi, Ronaldo no cuenta porque son artistas. Y además de la pasta, el monarca ese que trajo la democracia, tenía una amante, algo que tampoco ha sucedido nunca y menos entre los Borbones, que jamás han sido 'tocones'.

Qué escándalos de este 'trío la, la, la' y lo que merecen es leña al mono hasta que canten la canción o la ópera. O hasta que tengan viruela, que es lo que está de moda en cosas de monos.